Buscando el refugio para fumadores 1

Como anunció el chaparrito de oro, Marco Antonio Sordoaveces Soldevila, fuimos en busca de una sede alterna a la Casa de Castilla, un restaurante que reuniera tres características:

1. Calidad de la comida;
2. Libertad para fumar, y
3. Precios razonables.

Acompañados por Gustavo Castillo “El Mosco”, fuimos a la Casa del Académico. Todo transcurrió bien. Comimos en una magnífica terraza, junto a un jardín con bellas flores. Estas fueron las conclusiones:

1) Calidad de la comida: El Mosco, sibarita y cocinero de alta escuela, calificó la comida digerible: Buena, pero no tan buena como la Casa de Castilla. Marco Antonio y un servidor estuvimos de acuerdo. El bisté, por ejemplo, tenia buen sabor pero estaba algo duro. El vino de la casa, seco, pero de aroma de madera vieja.
2) Libertad para fumar: Marco Antonio sacó un Churchill más largo y grueso que su antebrazo (antebrazo dije), y el Mosco lo acompaño con un Malboro. Yo me tuve que tragar el humo, poco precio que pagar por tener a mis viciosos compañeros contentos.
3) Precios: Finalmente, cuando nos llegó la cuenta, después de varias cubas y copas de vinos, nos tocó con todo y propina a $250 pesos por piocha… En ese momento, concluimos que posiblemente la comida había sido mejor que originalmente habíamos evaluado, que la carne en realidad no había estado tan dura, y el aroma del vino era de cedro y cerezas.
Nuestro valiente y arrojado líder de las comidas de los martes, entonces concluyó que para la próxima comida les íbamos a extender la invitación a nuestros compañeros de la Generación 1951-60. Nuestra exploración culinaria había sido todo un éxito. Para celebrar, ordenamos otra copa de vino, pero triste el mesero nos informó que el bar se cerraba a las 17 horas. Motivo por el cual Marco Antonio se alteró y empezó a proferir insultos a diestra y siniestra. Después de que incivilmente nos corrieran, nuestro líder de las comidas de los martes modificó su opinión y propuso seguir buscando otra sede que reuniera no tres, pero cuatro características: 1) Calidad de la comida; 2) Libertad para fumar; 3) Precios razonables, y 4) Barra sin límite de tiempo.

Les mantenemos informados.