Williamescos

Sitio de los Williamescos: Compañeros de Generación de los años 50 del Colegio Williams en la Ciudad de México. La base de este grupo de muchachos de la tercera juventud es quienes cursamos el 1ro de primaria en 1951 y salimos en 3ro de secundaria de 1959. Desde entonces nos hemos venido reuniendo regularmente sin faltar un solo año. Este sitio es para tratar los temas de la amistad, las raíces compartidas, y el afecto por la escuela que ayudó a forjarnos.

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miércoles, 4 de marzo de 2020

Crónica de la Comida del Martes 3 de Marzo de 2020

Llegamos diez comensales a compartir el pan y la sal de la mesa. El primero en llegar fue el arquitecto Jesús Goyeneche, seguido por Rudy Vega, después nos encontramos en la entrada con Miguel Ángel Barrientos, José Rodríguez y José Luis Vega. Minutos más tarde llegaron Luis Gutiérrez, Xavier Lozoya, Marco Antonio Sordo, Francisco Gutiérrez y finalmente Jesús Pontones.

Cuando llegó José Luis Vega a la mesa Chucho Pelucho no se paró a saludarlo, lo que no causó sorpresa por lo avanzado de su edad y dada la prominencia de su tremenda panza. Sin embargo, cuando llegaron Pepe y Mangel, Chucho brincó cual vil chapulín saludándolos de pie a los recién llegados y así, sucesivamente cuando llegaba alguno de inmediato se paraba a recibirlo con los brazos abiertos y dando besos. De tal manera, que el ingeniero Vega Alarid, un poco sentido, le reclamó que porque a él no lo había saludado de igual manera, lo que Chucho, haciendo gala de democrático, simplemente le mentó la madre, puesto que como es sabido cuando le faltan argumentos al arquitecto Pelucho, simplemente nos manda a recordar a la progenitora de nuestros días.

Otro hecho importante es que llegó Xavier Lozoya Legorreta, compañero de Luis después de que este último faltó un año porque lo mandaron a Estados Unidos para hacerse hombre… caray, que le devuelvan el dinero a su familia, porque eso de que lo regresaron muy hombre es debatible. José Luis Vega no tenía el gusto de conocer a Xavier, sin embargo, si conocía a su hermano mayor Jorge Alberto, que fue de su generación.

Xavier volvió a hacer gala de su educación y cultura, al expresarnos lúcidamente tres interesantes temas sin mentadas ni albures (a ver si se les pega un poco el estilo al Pelucho y a Rudy, aunque sabemos de qué eso es sencillamente imposible).

El primer tema, fue sus impresiones de su reciente viaje a Rusia, donde visitó a su nieto y examinaron la vida en Rusia cuando Xavier estudiaba medicina en los años sesenta y la vida actual según la perspectiva de su nieto. Algunos de los puntos que vale la pena destacar es de que todos los rusos automáticamente están empleados, el castigo para los narcotraficantes es la pena de muerte y la mayoría de los rusos mantienen su afecto por Putin.

El segundo tema que trató fue la importancia de los buenos microbios para la salud del ser humano, mencionando que acababa desarrollar un medicamento que lograba restablecer el balance de los microbios positivos en el ser humano. Luis rápidamente se apuntó para probar el susodicho y milagroso medicamento.

El tercer tema fue su idea de abrir la librería del pensador mexicano, que podría llamarse la librería de la fraternidad mexicana. Aquí pronto los Willis interrumpieron preguntando si se decía librería o librera, porque ya con eso de que el “matoncito cobarde” no se sabe si es gasolinería o gasolinera. El principio de esta librería, que va abrir por el rumbo de las águilas, es entregarle nuestros libros a consignación, no necesariamente los libros tienen que haber sido escritos por mexicanos, sino que son libros seleccionados por un lector mexicano, o sea, nosotros.

Aquí cabe hacerle un recordatorio a Xavier, “asiste regularmente a nuestras comidas que al fin y al cabo son tan solo una vez al mes”.

Varios Willis quedaron impactados al observar la manera de comer de los hermanitos Gutiérrez ya que, Flopis además del jugo de carne que se comió de entrada, se “refinó” tres tacos de sirlón con medio kilo de tuétano, cuatro tortillas, media docena de cervezas y dos copas de vino (obsequio de Rudy al Flopis por eso de su cumpleaños) y Popi que pidió un pastelillo de postre y le trajeron un pedazo cuyo tamaño hubiera servido para los 10 comensales.

Como ustedes saben nos reunimos en el restaurante Sonora Grill Prime en Artz Pedregal, debido a que ya nos estaban empezando a tratar un poco mal en la mansión de San Jerónimo. Encontramos el restaurante agradable, y la comida y precios razonables. El problema fue que la música estaba ruidosa, lo que no nos permitía comunicarnos, teníamos que estar gritando, y ni así los que estaban del lado izquierdo no podían escuchar los que estaban en el extremo derecho. De tal manera, nos salimos al terminar la comida para tomarnos el café y los aperitivos en una cantina que quedaba en el mismo piso a unos establecimientos de restaurante. Cuando salíamos, el capitán del restaurante, ante la queja de Rudy de que era imposible hablar debido a lo alto que estaba la música, el capitán le dijo que tenían un privado donde si queríamos podíamos apagar la música. De tal manera, acordamos volvernos a reunir en la comida de abril en el mismo restaurante y darle una segunda oportunidad.

Llegamos a la cantina y había dos secciones una con música y otra sin música, así es que nos dirigimos a la sección sin música para poder hablar, porque todavía le faltaban algunas cosas que decir a Xavier, a quien le gusta hablar y no soltar el micrófono. Sin embargo, cual fue nuestra sorpresa de que la sección sin música era también de no fumar. De tal manera que Rudy y José Rodríguez armaron tremendo quilombo y finalmente terminamos en la sección con música, pero en la que si se permitía fumar.

José Luis estaba medio sentimental expresando que le daba mucho gusto regresar a compartir el pan y la sal de la mesa con todos nosotros, ya que estuvo alejado de nuestras reuniones por alrededor de tres años. Subrayando que ahora ya llevaba tres seguidas, prometiendo no volver a fallar. Cuando llegó Marco Antonio José Luis le dijo “que gusto me da de verte tocayo”, a lo que el Flopis le dijo, “oye Pepe Luis, no jodas, ¡Marco Antonio no es tu tocayo!” José Luis le respondió, “le digo tocayo porque los dos somos sordos él de apellido y yo de oído.”

Un agradecimiento especial a Marco Antonio por su gentil invitación a su festejo de 50 años de feliz matrimonio el 07 03 20 y un abrazo fuerte a todos ustedes por conservar el grupo...

Saludos de los dos Luises, el Pepe y el Emiliano. Nos vemos el día 07 de abril en el Sonora Grill en donde según Rudy nos van a dar un espacio íntimo, sensual y privado.

Por cierto en las fotos no aparece Xavier, porque cuando el Flopis trato de sacarle una fotografía, Xavier prefirió esperarse a que sacaramos una foto de grupo la cual nunca hubo oportunidad de sacar por la anarquía natural de los Willis. "Xavier la próxima vez aprovecha la fotografía en el momento o te vas a quedar como el perro de las dos tortas."

No podíamos dejar de concluir esta crónica sin incluir la reseña Chuchesca o Peluchesca de nuestro destacado arquitecto y lumbrera intelectual Jesus Goyeneche mejor conocido como Chucho Pelucho.


HOLA WILLITOS:

Mandaron un chat, sobre los “viejos pendejos”, yo estaba bien tranquilito, sin meterme en pedos con nadie, pero el tal Pepe Pistolas….. luego luego y como que no quiere la cosa que me alude: y……po´s ni modo, que hay voy (y como ya saben ustedes que a mi no me gusta el desmadre, p´os hay va el revire)

Déjenme decirles que yo siempre desde que descubrí al PUP, he sido fiel seguidor de sus doctas enseñanzas, particularmente de su lema que dice: “que para no ser pendejo hay que hacerse pendejo al menos, una hora diaria”, así qué, se podrán imaginar que en mis 77 años de gloriosa vivencia, p´os que ya estoy rebién curtido. He acumulado 365 x 77= más de 28,000 hs. de honorable pendejés, lo que es algo nada despreciable…… ¿no?. Así qué, sobre eso de que: no soy un viejo sabio pero si un viejo pendejo, p´os me vale.

En el mismo chat el pinche Flopis se lamenta de que le cayó mal la comida… (háganme el pinche favor) ¿cuál comida?, fue una pinche “super tragadera” con 4 pinches huesotes con harto tuétano y rete bien rociado con harta beberecua y todavía dice el guey, "que algo le cayo mal”, (¡que poca!). Pinche brother, recuerda que tienes 75 y una pinche humanidad que hay que chingarse (te lo advertí, que no te la ibas a acabar) y sobre el mismo pinche canal (el de los tragones) había que ver al Pinche Popy con la pinche leperada de pastel que se engulló el güey, ¡oye bien cabrón! el pastel se come a rebanadas, no el pinche pastel completo, pero al cabrón se le olvidó la pinche diabetes. Síguele así y vas a ser el siguiente. A mi tocayito se la perdono porque él siempre se cuida. Es primera vez que lo veo que se descuida, se chingó como 8 trozos de churros embarrados de chocolate y también sufre el pedo de la diabetes. Pero con la franqueza que lo caracteriza me dijo: ¿sabes tocayo? a veces me vale madres y te dices: “hoy a la chingada”, estoy a gusto y me vale, hoy disfruto y seguramente; al Popy, hoy, también le valió madres. Sólo con el muy pequeño detalle que mi tocayo siempre se cuida y el pinche archi glotón de mi brother el Popy, siempre se atraganta. Síguele pendejo, síguele.

Y sin que esto pretenda o vaya a ser ninguna pinche relatoría de la comida de este martes pasado, (ya que esa la hacen mis brothers, el Flopis y el P.Pistolas), me gustaría decir que me dio un chingo de gusto de poder ver al pinche Marco; que, aunque medio torcido, se nos presentó bien repuestote, (7 meses de sufrimiento, está cabrón) que pinche gusto me dio verlo. Llegó hecho un pinche muñequito el cabrón, vestidito como de aparador, en verdad bien chulo mi brother y con un ánimo bien chingón, platicando de su experiencia como si nada, como lo hacen los chingones y ya luego, como siempre sacó su pinche “purote” bien grandote, y……. p´os que uno que otro de los presentes se hacía las ilusiones; pero él, muy serio, sólo se lo fumo.

Mi brother el pinche Rudy, bien flaco el guey (con 15 Kg. Menos, que pinche envidia, y yo con 15 kg, de más) pero igual de pendejo que siempre, pero con buena onda el cabrón, con muy buena onda igual que siempre, a este cabrón se le quiere aunque siempre este chingando con lo del “pedo”. Por cierto, el cabrón del Rudy que me acalambra ya que yo estaba chingue que chingue con que junto habían puesto una churrería “el Moro”, (como aquella de San Juan de Letrán) hasta que me dijo: ya te entendió todo el mundo lo haz dicho y repetido 20 veces, y…que ojete tan exagerado, nada más habían sido como unas 14 veces, pero ya me calle-

Mi brother, Pepe, el de las iglesias de Cuernavaca, el cabrón no cabía en la pinche silla ya que le quedaba chica por lo ancho que se siente por su nieto el campeón de artes marciales y no es para menos, yo que tengo un nieto y que sólo juega fut americano, y no hay quien me soporte de lo mamón que me pongo cuando hablo de él, ahora imaginen un campeón en la familia y bien chavito, pues más que justificado, otra vez felicidades por el nietazo mi brother Pepe.

No quiero dejar de mencionar a Xavier Lozoya que, aunque no es un compa generacional también es Willito. Él también nos presumió a su nieto (el que habla 6 idiomas, está bien grueso.. ¿no?) y me impresionó lo que nos platicó sobre su residencia en Rusia, es algo que me gustaría volver a escuchar con más atención, ya que encierra una notable similitud con lo que nuestro muy ilustre mesías está implementando aquí, en Tenochtitlan (si no se escribe así, me vale madres) lo que sí, no me cayó el veinte (veinte, era una pinche monedita que usábamos para el teléfono cuando chavos, ¡digo!, por si no se acuerdan) es que nos iba a dar un “elixir para no morirnos”, (¡ay cabrón!,) me cay que yo no le entendí y yo, la verdad que no estaba pedo, ¡deveras!... bueno, bueno… como estaba junto al pinche Rudy a la mejor se me pegó algo….. pero eso de que, con beber algo así parecido a un jugo de naranja no me muero…..¡ayyyyy guey, no mames! ojalá y me lo pudieran explicar con algunas putas manzanitas…….¿o, habré entendido mal y resulta que a fin de cuentas si soy un viejo nada sabio y sí muy pendejo?

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