Williamescos

Sitio de los Williamescos: Compañeros de Generación de los años 50 del Colegio Williams en la Ciudad de México. La base de este grupo de muchachos de la tercera juventud es quienes cursamos el 1ro de primaria en 1951 y salimos en 3ro de secundaria de 1959. Desde entonces nos hemos venido reuniendo regularmente sin faltar un solo año. Este sitio es para tratar los temas de la amistad, las raíces compartidas, y el afecto por la escuela que ayudó a forjarnos.

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jueves, 24 de julio de 2008

Rudy decide cocinar

El Arquitecto Jesús Goyeneche pasó a visitarme el sábado 19 de junio del 2008 para examinar el estatus del proyecto “Recuerdos del Williams”, mismo día en que el Señor Rodolfo Vega Pasalagua me solicitó el uso de mi cocina para cocinar.

“Maestro” –me dijo- “tengo ganas de cocinar un cóctel de cangrejo y asar unas buenas carnes.”
-Sí, como no -le dije- haz lo que quieras. No me tienes que pedir permiso.
“Claro, eso va por descontado” -me respondió- “pero lo voy a hacer en tu casa, tu sabes por el jardín…, claro” –agregó bondadosamente- “tú y tu señora están invitados.”

Así es que después de trabajar en el proyecto, Chucho Goyeneche se quedó a saborear la comida de Rudy Vega Pasalabotella. Pero antes de empezar con el cóctel, me di cuenta que no parecía de cangrejo, sino de camarones.

“Oye” –le pregunte a Rudy- “este cangrejo se parece mucho a un camarón”.
A lo que me contestó: - “cangrejo, camarón, carajo que más da, ambos son crustáceos, ¿cuál es la diferencia pinche Flopis? Carajo, aparte de ser invitado, ahora sales criticón”.
Acto seguido, se levantó molesto, bajó a mi cava y sacó varias botellas de vino blanco.

Ya a punto de comenzar con el cóctel, sonó el timbre y llegaron los señores veterinarios Gustavo Antonio Castillo de la Torre y Jorge Horacio Perfecto Solís Cámara Gómez. A quienes Rudy magnánimamente había invitado. “Pásenle, pásenle" -les dijo- "están ustedes en su casa.” Como me encontraba en minoría, y dada la agresividad natural de los susodichos, opté por quedarme callado ante la impúdica invasión de mi hogar y mis vinos. No obstante, Rudy Pegaalabotella se la pasó quejándose de que tuvo que traer su propia botella de whisky puesto que en mi pinche casa nunca había whisky.

Chucho Pelucho preguntó si nos juntábamos todos los sábados a comer cosas ricas. El huevo le dijo que a güevo. El mosco le informó que nos juntábamos a burlarnos de la política, y a hablar de la familia y de los amigos. Mientras que Rudy gritaba "pásame la sal", "dame un poquito más de vino", “ya prende el fuego pinche Flopis” y amables frases por el estilo.

Después de comer, Rudi exclamó: "Fuma, come y bebe, que la vida es breve... A cantar se ha dicho señores." Así es que pasamos a la sala a cantar y a tocar el piano, hasta las 10 de la noche en que los autoinvitados decidieron que la comida y tertulia habían terminado y se marcharon caminado chistoso y con los ojitos de huevos de tortuga, dejando atrás no solo un desmadre de cocina, un tiradero en la sala y comedor, los cadáveres de varias botellas vacías, sino también un día más de gratos recuerdos de convivencia con los compañeros del Williams.

A continuación presentamos algunas fotos de la reunión.


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