Crónica de la comida del primer martes de diciembre 2013

Nos reunimos ocho Willis a compartir el pan y la sal en la Fonda Mexicana de San Jerónimo. García Téllez fue el primero en llegar pues venía de cuidar a su querida suegra.

Frecuentaron los abrazos, brindis y buenos deseos para Navidad y Año Nuevo no solamente para los que estuvimos ahí sino para todos, incluyendo 1) a los regulares ausentes en esa ocasión, b) a los que regularmente no asisten y c) a los que dejaron de asistir porque se molestaron ante un agravio real o supuesto.

En esta ocasión comimos en la parte de afuera del comedor principal, porque el salón que generalmente nos asignan estaba rentado a otro grupo. Comentamos que probablemente tengamos que buscar otro restaurante porque ya no nos están tratando con el mismo afecto y atención al servicio que cuando estaba el restaurante a cargo de Jaume, otro egresado del Colegio Williams.

Mencionamos que el cubano administrador del restaurante que estaba en la Avenida Revolución, antes de llegar a Barranca del Muerto, nos estaba invitando a que regresáramos. Empero, nadie podía acordarse del nombre del restaurante.

Marco Antonio Sordo, talentoso creador de frases célebres, dijo que “los ricos sufrían en su vejez de Alzheimer, mientras que los pobres sufrían de Demencia Senil.”

Finalmente el Flopis exclamó eufórico "se llama el Bon Vivant".

Munir Chalela, el más tranquilo y pacífico del grupo, dijo "¡Si vuelven a ir a ese pinche restaurante no solamente les dejó de hablar, sino también les rompo la madre!"

Mangel y Aba se la pasaron recordando a las maestras y maestros de inglés, recitando poemas en la lengua de Shakespeare.

Se mencionó que en la comida anual, cada uno de los asistentes quedó de enviar al Flopis un párrafo para la reseña, pero como de costumbre, solamente tres cumplidores comensales le enviaron sus contribuciones. Munír se le acercó al oído al Flopis y le preguntó “¿QUÉ FUE LO QUE ME PEDISTE QUE TE ENVIARA?

El Flopis expresando en el rostro una mueca de dolor extrema y sobándose el oído le contestó, “Creo que fue una poesía que nos conmovió a todos.” Munir, quien tiene una magnífica memoria para las poesías que mencionan el pasado glorioso de los árabes en España, simplemente no se podía acordar. Así es que le preguntaba al Flopis fue ésta y recitaba por cinco minutos haciendo gala de esa memoria de abogado y amante de las letras. Flopis y Mangel le decían no, esa no fue, así es que ni lento ni perezoso Munír se lanzaba a recitar otra poesía. Finalmente ya cuando empezaba a roncar Habichuela le paró a sus interesantes declamaciones.

García Téllez fue el primero en retirarse argumentando que tenía que poner el árbol de Navidad y que si no llegaba a tiempo lo iban a colgar de las bolitas.

Felicidades a todos ustedes, propios y extraños, que la pasen de maravilla en estas fiestas de fin de año llenos de salud en compañía de sus seres queridos, esperando que el 2014 sea mejor que el corriente pero no tan bueno como el 2015.

¡Un abrazo a todos!

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Reunión Anual 2013: Aniversario 54

Asistimos a nuestra comida anual un total de 12 Williamescos.

Los primeros en llegar fueron de derecha a izquierda "Aba" Abelardo Castañeda, Fernando Hidalgo, "Popi" Francisco Gutiérrez, "Bioquímico" José Luis Vega Alarid, "Flopis" Luis Emiliano Gutiérrez, "Mosco" Gustavo Antonio Castillo, "Rudy" Rodolfo Vega Pasalagua y "Lord" Carlos castellanos.

Luego llego "Mangel" Miguel Ángel Barrientos, al cual lo pueden ver sentado entre los dos gutierritos.

Nuestro médico de cabecera y experto en bovinos y en tequilas tenía un compromiso por la que nos abandonó a las 5:30 de la tarde, momento en el cual hicieron acto de presencia Chucho Pontones y Munir Chalela.

Cada uno de nosotros hizo un brindis a nuestros recuerdos, la camaradería y la amistad. El único que no escuchó nada fue nuestro querido y apreciado Abelardo, quien estuvo recibiendo llamadas en su celular, hablando voz en pecho, interrumpiendo los brindis de todos los presentes, y dormitando cuando no le hablaban.

Finalmente, Willebaldo López Peña llegó a las siete de la noche, a quien de puro coraje por llegar tan tarde le estuve diciendo Guillermo.








A diferencia de las reseñas anteriores, en esta ocasión presentamos las contribuciones individuales de José Luis Vega Alarid, Chucho Pontones, y Miguel Angel Barrientos.

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José Luis Vega Alarid

El Objetivo es dejar plasmado en forma escrita el evento que llevamos a cabo este día 15 de noviembre de 2013 en el cual festejamos el quincuagésimo cuarto aniversario de haber terminado nuestro paso en el Colegio Williams; aquel inolvidable año de 1959 en donde salimos siendo adolescentes llenos de ilusiones y con la plena convicción de que íbamos a triunfar en la vida; cincuenta y cuatro años después en pleno año 2013 vemos con alegría que, primero llegamos vivos y sanos a esta fecha y segundo que nuestras ilusiones a la mayoría de nosotros se nos convirtieron en realidades, que formamos una familia que ha sido base de nuestra sociedad; que con errores y sufrimientos, hemos llegado a triunfar y sobre todo, lo hemos hecho a base de trabajo, de esfuerzo y de honestidad. Es por eso una de las razones por la cuales a través de tantos años hemos venido reuniéndonos al principio una vez al año en aquel pero ya inexistente Restaurant Ku-ku y que ha generado unir mas los lazos de amistad entre nosotros.

Lista de asistencia
En esta ocasión, le tocó el privilegio de ser el primero a nuestro buen amigo Mangel, después fueron llegando aunque no me acuerdo del orden J.L. Vega, los que se andan cogiendo cariño Flopis y Rudy V. Pasalagua, Gustavo Castillo (quien alegó y perjuró que había llegado desde la una de la tarde y que, como no habíamos llegado se fue a su auto a echar una “pestaña”, el problema es que se quedó dormido y despertó a las 15:00 hr) al rato llegó Fernando Hidalgo quien comió e hizo mutis prometiendo regresar y hasta las 8 de la noche en que me retiré, jamás llegó; después Popy, Carlos el Lord Castellanos, Munir Chalela, El Habichuela Castañeda, Chucho Pontones y al último Beto López Peña que llegó faltando media hora para que yo me retirara. En total, asistimos doce a nuestra ya tradicional comida de fin de año.

Aportación
Dentro de toda la manipulación que hace Flopis (llámese Luis Emiliano Gutiérrez Poucel) a nuestro grupo ya que siempre se hace lo que a él le pega la gana, solicitó que cada uno de nosotros diera un mensaje relativo a estas reuniones y que se le enviara a su correo “un párrafo” como aportación para que, entre todos se haga la crónica de esta comida; el buen Flopis insistió que la carga de organizar, reservar, lidiar, elaborar crónica, tomar fotos, etc., se lo hemos dejado a él y ha tenido apoyo de Mangel y de Chucho sorpresitas pero de ahí en fuera, nadie por lo que nos conminó a apoyarlo mediante un pinche párrafo que no nos lleva mas de cinco minutos hacerlo. Durante la reunión se habló de todo y se recordaron muchos pasajes de nuestra niñez y adolescencia, platicando de nuestros profesores, prefectos y una que otra anécdota o vivencia; se tocaron temas banales como que Flopis tiene las nalgas muy grandes o que a algunos (no dijeron nombres) les gusta permanecer en el closet pues les da pena que a estas alturas todavía sigan tomando el arroz con popote o que su servilleta Vega Alarid se pinta el pelo (aunque en la vida lo he hecho) y era obvio que Flopis que necesita nada para joder como buen amigo de español que es dijo que tengo “pelo de indio” o que Gustavo ya tiene la nacionalidad española (lo mas curioso de esto es que tiene la nacionalidad española y habla como gallego; hasta platicó Flopis que estando Gustavo de visita en casa de Luis, le pidió permiso para pasar al baño a lo que Flopis le dijo: “claro, pasa al baño, lo único que te pido es que, por razones de higiene tires la cadena”, Mogli paso al tocador y cuando salió, Luis le pregunto: ¿tiraste la cadena?, a lo que Gustavo le contestó: “Claro macho, tiré la cadena como lo pediste nada mas que la medalla si la guardo pues es un regalo de mi madre”, ya se le pegó lo gallego.

A ésta faltaron algunos amigos asiduos a las reuniones y en algunos casos desconocemos las causas pero, nos extrañó que no hayan llegado Marco Antonio, Jelipe, Luis Cristino quien le había prometido al Habichuela de venir razón por la cual este último llegó tarde por estarlo esperando; Chucho pero, El Pelucho (quien por cierto hace unas crónicas de poca madre), Nacho, William Wood, Salvador Joaquín, El Poeta Emilio y algunos que me falla la memoria pero como se dijo en la comida, “no hay deseos ni actitud para participar en esta comida única en el año, falta planeación de los que no asisten y que poca madre de no haber venido.”

Se que Flopis como buen corrector de estilo cambiará el escrito y fiel a su costumbre pondrá lo que se le hinchen los güevos (Ya ves qüey, no te la cambié para que no andes de chillón!)

Conste que cumplí. Les mando un saludo a todos ustedes. Así mismo, espero que este próximo año que se avecina, venga cargado de salud para todos nosotros al igual que paz y tranquilidad en nuestros corazones; feliz navidad y un próspero año nuevo.

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Jesús Pontones Llarenas

Llegando tarde, me encuentro con que Hidalgo, ya en su coche, se está retirando, esto como a las 17:30 hrs., promete regresar, lo que obviamente no se dio. En seguida coincido con Chalela en nuestro arribo a la comida. Nos dirigimos al salón que nos han asignado y fuimos recibidos con una gran mentada de madre de parte de nuestros conclapaches; además nos sentaron en una gran mesa cuadrada, como si fuéramos apestados pues solos los dos, al otro extremo de la mesa. Aun así, sumamente contentos de compartir con todos este aniversario.

Inicio a la izquierda con Aba, y a su lado Popi, --ambos dos—parloteando alguna tarugada, cuando Rudy inicia su discurso. En seguida, como ya es costumbre, Aba recibe una llamada al celular que nos tuvimos que chutar por varios minutos, mismos en que Rudy se esforzaba por que lo escucharan. En seguida el buen Mangel nos consuela diciendo que, quién no aguante una mentada del grupo, ¡pues que ni asista!

Siguiendo el orden Vega Alarid quién nos ha tenido abandonados por largo tiempo, pero promete asistir con más frecuencia. A su lado, Flopis conduciendo con humor y buen tino la reunión. En seguida Mogli quién ha tenido últimamente algunos problemas de salud, a raíz de su operación hace un par de meses. Le deseamos se recupere totalmente. Como ya mencionamos a su lado el gran Rudy, siempre listo para amenizar la reunión con algún chascarrillo y chancear, por supuesto con Chalela, quien de inmediato responde con su decibélica y diabólica voz que no precisamente acaricia el oído de la concurrencia, pero que se escucha retumbando en todo el restorán.

Uno a uno fuimos externando nuestros decires, recuerdos y sentimientos de lo que significan estas reuniones, ya que si pudiéramos grabar cada reunión, casi estoy seguro que se podrían repetir, pero esto es lo que nos gusta y así la pasamos muy bien.

Por mi parte me retiraba a temprana hora, cuando de pronto llegó Roberto W. López Peña, quién no había comido, pero de inmediato hizo lo propio. Justo en ese momento, Flopis amablemente nos invita una copa de buen vino tinto para brindar por la ocasión. En verdad hasta ese momento en que me retiré, no sé sí la reunión continuó y sí se cantó el himno escolar, espero que sí, pues es una costumbre que no debemos perder.

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Miguel Angel Barrientos A.
Mi querido Luis, como siempre me tardo en cumplir pero si quisiera comentar que un momento especial de la reunión fue ver y oír al buen Rudy y a Munir discutiendo sobre la mejor forma de orientar a las hijas respecto a la vida.

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Crónica de la comida de agosto 2013

Este escrito no es tanto una crónica, sino tan solo una breve descripción de lo sucedido en nuestra comida mensual de agosto, convocada con gran entusiasmo a través de varios correos. En esta ocasión no hubo fotos, pues no llegó el Flopis. Tampoco hubo pastel, pues no llegaron los homenajeados de agosto.

Para empezar debo decir que su servilleta (Pontones) llegó a las 16:20 y antes de esta hora, no tengo la menor ni leve idea de lo que se dijo, se maldijo, se viboreó, se criticó y demás monerías con que se ameniza mes a mes este convivio. Rudy prometió mandar unas notas para cubrir ese espacio, pero creo que se le cruzaron algunos whiskies y nos dejó con tan solo la promesa.

Quién y cómo fueron llegando, ni idea, pero en total fuimos ocho grandes e ilustres personajes que estuvimos presentes, empezando con el gigante de Marco Antonio Sordo, a quién le agradezco su invitación del vino que disfruté y gocé, al cual le debo habérmela pasado tan sabroso y bien lubricado toda la tarde. En seguida hay que destacar a otro de los comensales, el sibarita y bon vivant Carlos "Lord" Castellanos que nos recomendó una buena cantidad de restaurantes y algunos no tanto.

Siguiendo el orden, a su siniestra se encontraba Munir Chalela a quien encontré –casi, casi– reposando la comida, un tanto calladito, medio tristón y en silencio. Cosa insólita. Pero, poco a poco como que empezó a agarrar vuelo y energía, retomando de manera gradual sus habituales y decibélicos alaridos. 

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En la cabecera de la mesa, Mangel y a su izquierda nuestro Académico Fernando Hidalgo Terán y Serralde con quienes, por estar al otro extremo de la mesa no supe de que carambas hablaban. Solamente noté que mientras Terán y Serralde hablaba el 20% del tiempo, Barrientos Alducín movía los labios el 80% del tiempo restante. Claro, cuando se hizo mención de las reuniones que se tenían, los sábados, en casa de los Serralde y de todos los atractivos que tenía esa casa, entre ellos un ferrocarril a escala con todas las estaciones de la ruta México-Veracruz, como Apizaco, Perote, Jalapa, etc., etc.

En seguida y a su izquierda el buen Rudy, dicharachero como siempre haciéndonos más agradable la tertulia con uno que otro chistorete, anécdota o aventura, dándole oportunidad de que Chalela por fin despertara de un discreto pistito que se estaba reventado, con algún que otro ronquidito, que más parecía gemido que ronquido. En seguida, y en el mismo orden apareció Gustavo “El Mogli” Castillo, quién nos había abandonado desde hacía algún tiempo atrás y con quien tuve una charla muy amena de sus estudios en la Universidad de Veracruz, y de su trabajo en la Marina. Nos comentó que pudo tener comunicación directa, por teléfono, con nuestro decano, Luis Cristino Valenzuela y que se encuentra por fortuna muy bien y en franco período de recuperación. Por su parte, El Mosco también nos comentó que el próximo lunes tendrá una intervención quirúrgica por retaguardia, la cual le deseamos que todo marche muy, pero muy bien.

Debo decir que a consecuencia del poco interés y reducida asistencia, se convoca entusiastamente a todos los Willis a seguir asistiendo a nuestras reuniones mensuales, a fin de recargar nuestras baterías y no perder esta saludable costumbre, y recuerden: "El entusiasmo es el pan diario de la juventud. El escepticismo, el vino diario de la vejez."

Saludos de Chucho “El Sorpresitas” Pontones

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Crónica de la comida de julio 2013

De nuevo ganó la flojera en cuanto a la reseña, aunque durante la comida Mangel volvió a prometer de enviar algunos párrafos, lo cual como pueden observar, no los envío. No obstante, aquí están las fotos para que recuerden los asistentes y se sientan olvidados los ausentes.

Los 70 de Jorge "El Huevo" Solís Cámara

Impresionante como pasa el tiempo. Conocimos a Jorge en 1951, hace 62 años. Hoy, 29 de junio cumple 70 añotes, 62 de los cuales ha sido nuestro amigo. Y claro, como no le gusta llamar la atención, llegó con unos sacos que paraban el trafico aereo terrestre y aereo.

Nos juntamos para celebrarlo en el Club France y nos la pasamos de maravilla recordando sucesos, aventuras y amigos.

Vale la pena recordar que la amistad se da en diferentes etapas de la vida con grados distintos de trascendencia y relevancia. Nuestra amistad nació en 1951 en el Williams, cuando de niños descubrimos inquietudes comunes. La verdadera amistad dura toda la vida y nosotros llevamos 62 años de ser amigos. Será que nuestra amistad es verdadera?

Crónica de la comida de junio 2013

Solamente les diremos que fuimos todos los que estuvimos y ninguno de los que no asistieron, lo cual nos hizo felices y contentos para divertirnos como enanos, sin agraviar a Pulgarcito.