El 30 de octubre del 2010, Rudysan nos invitó a comer en la casa del Mosco para celebrar el Día de Muertos. Llegamos con nuestras respectivas antes de las tres de la tarde. El Mosco y su linda esposa Gaby ya nos estaban esperando con unos grandes carteles celebrando la partida de Rudy y del Flopis.
"Oye Maestro" -exclamó el Flopis- "qué ya quieres que nos muramos?"
"No, no, no -contestó la ladilla con el brazo desconchinflado de Mogly- pero empezaremos temprano a hacerles los honores."
Rudycundo ecuánime en su papel de Chef designado, le decía a Cocol, oye prometiste ser mi Pinche y estas resultando ser muy pinche como Pinche.
No cabe duda de que cuando las cosas se hacen bien, salen bien. Los primeros platos, para despertar el apetito, fueron:
- Carne tártara la cual nos la servíamos en unos panecillos tostados con algo de aceite de oliva, angulas o arenques;
- Gelatina de cilantro que estaba para chuparse los dedos, y
- Un queso filadelfia bañado con una salsa de frutillas silvestres que era manjar del olimpo.
Todo acompañado con un Merlot de Las Moras robusto con aroma a encino.
Ah, le preguntaban todos al Flopis: -Y dinos, ¿el menú en la reunión anual va a ser mejor que esto?
Flopis, con su barniz internacional de Economista Principal del Banco Mundial, contestó: -Nada puede ser mejor que esto, pero lo que si les puedo decir, es que va a estar al mismo nivel. Aparte, los sabores van a ser distintos, un poco más en línea con una celebración de aniversario de grandes compañeros, todos distintos, pero todos con las mismas raíces.
Rudysan, con sus raíces y desarrollo popular, respondió: -No sé de qué carajos estás hablando Flopis, pero más te vale que la comida este buena.
Pasamos al comedor a deleitarnos con el plato principal: Unos camarones cocinados en vino blanco, servidos con arroz blanco gratinado. La presentación era de diez, pero apenas le metimos el diente al camarones, oh, sorpresa, estaban duros: Se habían sobrecocinado. Rudycundo culpó a su Pinche de no ser efectivo y de preocuparse más en platicar que en apoyarlo en la cocina. “Efectivamente –dijo el Flopis- los camarones son chiclosos, pero el sabor está delicioso.”
La reunión fue muy simpática. Flopis dijo que las reuniones de los Willis le recordaban a John Steinbeck quien dijo: "De todos los animales de la creación el hombre es el único que bebe sin tener sed, come sin tener hambre y habla sin tener nada que decir." Hablamos de todo y hasta se pensó en ofrecerle a Marco Antonio que comprara la pequeña casa que diseño el Arquitecto Chucho Pelucho en el jardín del Mosco.
El Flopis filmó el transcurso de la reunión, mientras que el Mosco sacó fotografías. A continuación están los dos videos de la tertulia, y las fotos se quedaran en la cámara del Mosco, pues al igual que el otro veterinario, Fernando Hidalgo, no sabe cómo enviarlas ni subirlas a Internet.
Los Camarones de Rudy: Primera Parte
La Mansión de Pulgarcito: Segunda y Última Parte
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