Williamescos

Sitio de los Williamescos: Compañeros de Generación de los años 50 del Colegio Williams en la Ciudad de México. La base de este grupo de muchachos de la tercera juventud es quienes cursamos el 1ro de primaria en 1951 y salimos en 3ro de secundaria de 1959. Desde entonces nos hemos venido reuniendo regularmente sin faltar un solo año. Este sitio es para tratar los temas de la amistad, las raíces compartidas, y el afecto por la escuela que ayudó a forjarnos.

Busca aquí

martes, 2 de marzo de 2010

Visita al Ajusco y comida del 2 marzo 2010

Punto de Partida: El primer martes de marzo del 2010 quedará inscrito en la memoria de los Willis que visitaron La Granja Williams en el Ajusco. Nos dimos cita en la Destilería (allá por San Jerónimo) a las 11 para partir de allí a La Granja. Willie Wood llegó primero a las 11 en punto, haciendo gala de su puntualidad inglesa. Luego arribó José Luis Vega uniformado con su pantalón negro de mezclilla y guayabera blanca, afortunadamente sin sombrero de paja ni paliacate rojo como originalmente había amenazado. El Mosco y Popi fueron los otros dos que vinieron uniformados. Una guapa señora llegó con su marido por parte del Williams para guiarnos a la Granja. Horacio Román llegó gritando “yo soy Román, padre de muchos, masco chicle y pico molcajetes, a sus órdenes”. Después del café de rigor, salimos 20 minutos más tarde de lo acordado, pero con entusiasmo redoblado a conocer La Granja. Partimos en cuatro autos. En el primero iba la Sra. con su esposo, quien creyó que iba solo, pues se fue hecho la mocha. Lo seguía el Mosco en su camioneta súper equipada con Popi, Mangel y el Bioquímico. Claro, súper equipada, pero sin gasolina, así es que tuvimos que parar y esperar a que nuestro intrépido veterinario le llenara el tanque. El tercer auto era manejando por el chofer de Carlos con éste, Flopis y Fernando. El cuarto y último carro era manejando por Goofy, acompañado de Willie, Emilio y Horacio Román.

La Granja está ubicada en casa de la ch…, pues de ida, y sin tránsito pesado, hicimos poco más de una hora (y eso que estábamos al sur de la Ciudad). Claro, hay que reconocer que uno de los autos era conducido por Chava Goofy, excelente piloto de la Nueva República de Metepec, quien rápido y veloz rebasó al guía y se perdió, teniendo nosotros que localizarlo, tratando de comunicarnos a los celulares apagados de Salvador y Willie. En fin, como buen piloto y buen “metepequeño", tuvimos que hacer varios altos para encontrarlo, pues no sabíamos donde andaba. Finalmente, el Flopis pudo hablar con el Poeta Emilio quien nos dijo que nos estaban esperando en el kilómetro 25 de la vieja carretera a Cuernavaca. Después de reencontrarnos con el auto perdido, ya nos enfilamos hacia La Granja en donde fuimos recibidos por el MVZ Dr. Arturo Martínez Gracida quien fue nuestro guía en todo el recorrido.


Comentario al margen
de José Luis: “Cuando cumplimos 50 años de salir de secundaria y visitamos nuestro querido Colegio, me sentí muy emocionado y en momentos, se me hacía nudo la garganta por tantos recuerdos que viví en el Williams. Al pensar que íbamos a conocer La Granja, un día antes, estaba emocionado y solo pensaba en lo maravilloso que sería estar nuevamente con mis amigos y disfrutar de las instalaciones. Desgraciadamente no fue así. En primer lugar solo fuimos once de nuestra generación. En segundo, la recepción no fue tan cálida como la que nos brindaron en el Colegio durante nuestro Aniversario 50, extrañando la presencia de Arturo y su hijo Juan Williams.”

Impresiones de La Granja: El Dr. Martínez Gracida nos fue explicando gentilmente cada uno de las zonas que visitamos. Vimos caballos, cerdos, borregos, una llama, un guanaco, vacas (aquí Fernando quiso bracearlas, pues decía que “cada vez que lo hago, la sensación y el olor me producen un enorme placer cercano al orgasmo”), y uno que otro viejo buey. Vimos la sala de trofeos, el invernadero y las instalaciones deportivas: La cancha de tenis es de primer nivel y las canchas de fútbol están en excelentes condiciones (ya las quisieran muchos equipos profesionales).

Había cerdos de hasta 300 Kg. Sus cubículos no estaban para dar gritos de alegría y todos ellos guarros, necesitaban un buen duchazo. Siguió el turno de un solitario burro, que nos dijeron, era el animal más añejo de La Granja. Al ver al burro, los ojos del Mosco brillaron de alegría y empezó a apapacharlo. Poco después vinieron las ovejas de cara negra y oscura lana. Varios de nosotros estábamos impresionados, por no estar familiarizados con la vida rupestre. Sin embargo, varios compañeros son conocedores de los animales al grado que uno dijo: “si éste fuera mi alumno, lo repruebo”. José Luis, inquieto por saber más, le preguntó al Mogli, “oye, ¿cómo se sabe el sexo de los borregos?" El Mosco le respondió bruscamente: “¿Qué no le ves los huevos?” José Luis apenado le contestó "pero, es que tienen mucha lana y a simple vista no se los veo." Entonces el Mosco ya más calmado le dijo: “Tienes razón, por eso para saber el sexo hay que palparle los huevos y si tienes duda, le acaricias el chile”. El Dr. Martínez nos hizo revelaciones sorpresivas para los no veterinarios del grupo: “Las gallinas y los gallos se castran”. Revelación que dejo perplejo a Castellanos, quien preguntó dudoso: ¿Cómo se castra a una gallina, pues si no tienen huevos? El Dr. Martínez, viéndolo de arriba abajo, le dijo, “por donde salen los huevos se mete la mano y se jala la calostro”. Carlos puso cara de “yo no fui”, y murmurando al Flopis le preguntó: ¿Qué carajos es el calostro? Y Flopis con gran aplomo le contestó: “Es el clítoris de la gallina”. Charley Boy prometió a partir de ese día, dejar de desayunar sus tres huevos pasados por agua.

Cuando llegó Flopis, todos pensamos que estábamos en una película de Indiana Jones, con su sombrero y botas de cuero café. Aparte, estaba tan metido en su papel de Indiana, que fue el único que se atrevió a montar el Caballo Azteca, a quien por cierto su domador lo lastimó, causándole sangrientas heridas en el costado. Esto se debió a que nos dieron una exhibición de “doma”, en donde el noble bruto, caminó de lado, para atrás, trotó, galopó, hizo caravanas, etc., muchas monerías que nos fascinaron. Su entrenador para hacer estas suertes, uso sus espuelas y un fuete eléctrico, causándole las heridas que nos inquietaron y que le arrancaron sollozos a Goofy. Antes de que Goofy se lanzara a los golpes en defensa del bello animal, los veterinarios del grupo le explicaron a Chava que todo animal que hace gracias que van en contra de su naturaleza (elefantes, leones, caballos, cebras, etc.) pasan por un duro calvario de golpes y toques eléctricos, con lo que su vida es aún peor que la de un Willi despechado.

El Dr. Martínez, se desvivió por atendernos, al grado de poner de su propio bolsillo el dinero para comprar refrescos, ya que solo tenían nescafé y un pan riquísimo (ese pan valió el recorrido) para ofrecernos.

Salida a La Destilería: A eso de las 14:10, tomamos las de Villadiego y salimos de regreso, no sin antes comentar que Fernando se despidió de las vacas con lágrimas en los ojos y Popi no quería salir de donde estaban los cerdos (había querencia de los profes). A la salida vimos a los patos, pero parecían aves del desierto, pues no tenían agua. Popi insistió en seguir el auto del “metepequeño”. Gustavo lo siguió durante 500 m que bastaron para perdernos nuevamente, por lo que decidió ya no seguirlo e irse por su lado. Carlos prudentemente siguió al Mosco. Al cabo de 5 minutos, el Mosco hizo una parada forzada para comprar sus cigarros, pues no puede aguantarse más de 20 minutos sin fumar, así es que Carlos siguió solo el camino de regreso, yéndose por Insurgentes, Camino de Santa Teresa y Periférico. Mogli bajó por la carretera de Cuernavaca (recordando sus vivencias en estos moteles y comparando los que ha conocido en Toluca, Pachuca, Puebla, Metepec, etc.). Al entrar a la Ciudad, en lugar de tomar Insurgentes, tomó Tlalpan y poco antes de llegar al periférico Popi le dijo que diera vuelta a la izquierda para salir por San Fernando, pero la avenida estaba imposible de transitar por lo que tuvo la necesidad de regresarse en “U” y retomar Tlalpan para luego salir al periférico, con la pérdida de 15 minutos. Todos comentamos que lo pendejo se pega. Ya entrando al periférico, nuevamente volvimos a la normalidad, tránsito pesado pero fluido y así llegamos nuevamente a nuestro centro de reunión para iniciar nuestra tradicional comida mensual.

La Comida: De los tres autos que salieron del Ajusco, el primero en llegar fue el de Goofy, a pesar de haberse perdido varias veces. Luego llegó Gustavo, que por haberse rozado con Goofy en el sanitario de mujeres de la Granja, también se perdió. Finalmente, el único auto que no se perdió y que no hizo ninguna pendejada, el de Carlos acompañado por Flopis y nuestro médico de cabecera Fernando Hidalgo, llegó al último, recordando la vieja frase de Napoleón: “Vete despacio que llevo prisa”. Ya todos sentados en La Destilería con nuestras sabrosas libaciones, se votó de manera mayoritaria para cambiarle el apodo a Salvador Robles de Goofy al de “Brújula Descompuesta”, pues siempre se pierde hasta para ir al baño.

En el restaurante ya se encontraban José Rodriguez Iglesias, Marco Antonio Sordo y Rodolfo Vega Pasalagua, a quien lo vacunaron con aguja de fonógrafo pues no cesaba de hablar. Desde éste foro le mandamos un afectuoso saludo a Marco Antonio acompañado del deseo que pronto se recupere y que para la próxima tenga un excelente estado de salud. Imagínense su martirio, veía doble y al vernos creía que habíamos llegado 26 Willis, exclamando que no estaba preparado para lidiar con tantos. Rudy amablemente le dijo que solo éramos 14 contándolo a él. Ya al filo de las 4:30 de la tarde, llegó el Aba gritando ¡mírenme no vengo pedo!. Al final del día asistieron 11 Williamescos a la Granja, y 15 a la Destilería.

Dentro de la bola de sandeces que dice Rudy, hubo una notable excepción. Propuso que durante las comidas se festeje, aunque de manera simbólica, a los que cumplen años en ese mes. En ésta ocasión mandó pedir un rebanada de pastel con una vela y les cantamos las mañanitas a los cumpleañeros de marzo: Flopis, Carlos, Mangel y de manera espiritual a Chucho Pelucho. Todos dimos nuestras fechas de nacimiento, para que en los próximos meses nos celebren nuestros onomásticos. El Flopis quedó de enviarnos su planilla de Excel con los datos de cada uno de nosotros, incluyendo nuestra fecha de nacimiento. A lo que Rudy propuso que si se va a elaborar el directorio completo con nombre, apodo, fecha de nacimiento, domicilio, teléfonos, correo electrónico, que se incluya también cuantas pecas tenemos en el culo. Pontones nos llamó para disculparse por no haber asistido y aprovechó para enviarnos un saludo afectuoso. José Luis exclamó que está considerando dejar de asistir a las comidas ya que es notorio que a los que no llegan (Pelucho, Jelipe, Chalela, López Peña, Nacho, Manolo, etc.), cuando se mencionan, los asistentes hasta lloran de la emoción al recordarlos, y que por ello quería faltar para que a él también lo recordaran con emoción. Fernando dijo que si no venía a las comidas nos hincaríamos y le daríamos gracias al cielo. El Mosco y Rudy dijeron que a pesar de los años, de sus conocimientos, títulos académicos y posición social, Flopis sigue igual de inmaduro. ¡Con semejantes cuates, quien necesita enemigos!

Preguntas p’al diablo: ¿Quién de nosotros muy sácale punta ofreció desde hace un mes un borrego y a la fecha puro pico?; ¿Qué pasó con la organización para la comida con las esposas?

Comentarios y observaciones varias: Es notorio que cada vez que llegamos a la comida, hablamos de lo mismo y como los Diputados, decimos puras pendejadas sin ton ni son. Sordo inició una ridícula encuesta, preguntándonos que si teníamos perro (háganme el fabron cavor de pregunta). Algunos dijeron que si, la mayoría dijeron que no y Rudy dijo "yo no tengo perro, tengo perrito", ¿qué habrá querido decir? Mark Anthony, ¿qué carajos pretendías con tu sonsa encuesta? Otro tema analizado, fue el propuesto por Popi, de que “si lo pendejo se pegaba."

Pregúntame cab..., preguuuuuuntame... Si desean saber de todo, pregúntenle a Mangel pues él sabe todo lo habido y por haber en este mundo. Si uno habla de salchichas, el tiene un primo quien las inventó; si hablamos de la Granja, el tiene un compadre que tiene una mas chingona que la que visitamos; si hablamos de aviones, el tiene un cuñado que los vende. Así que Pepe Luis le preguntó: ¿De dónde eres? A lo que contestó “de Xalapa, Veracruz” (hay otro Jalapa en Tabasco güeyes por eso la precisión). Vega Alarid le dijo “allá en Xalapa no hay dinosaurios ¿verdad?”, a lo que Miguel Ángel le dice: “sí y son como de 1.50 m de altura.” El Bioquímico exclamó “ay Mangel como serás hablador si los dinosaurios son gigantes.” Y él contestó: “no hombre de ese tamaño es el huevo”. Alarid le respondió: “no seas mentiroso los dinosaurios no son ovíparos, son mamíferos”. Castellanos saltó y dijo “no seas pendejo, que ovíparos ni que mamíferos, son reptiles, y si ponen huevos.” Mangel respirando hondo e ignorando el comentario de Charley, dijo "pinche José Luis, como serás güey, de ese tamaño es el huevo izquierdo, pues el derecho lo tienen un poquito más abultado”.

Varios le recomendaron a Popi que escriba como las personas decentes ya que escribe sin que se le entienda, aparte remplaza la “c” y “q” con k, y para muestra un botón: “PP, lla ke eztaz keriendo konoser laz marabiyas del uniberso, te komento ke ezte nasio a partir del vig vang ase maz de 10 mil miyones de años i ke de ayi nasieron las eztreyas, las galaccias y todo lo ke forma el uniberzo, ¿me entiendez? o te lo espliko con volitaz y palitoz.” Como vemos hasta para leerlo cuesta trabajo.

La despedida: Fue una reunión grata y la mayoría estábamos cansados por la visita al Ajusco, así es que salimos temprano. El primero en partir fue Frenado Hidalgo y el último, Rudy Pasalajarra. Le deseamos al Pelucho que se mejore de su bronquitis, y a todos ustedes que la pasen de maravilla, con la esperanza de que para la próxima nos acompañen los que hasta ahora han fallado. Nos despedimos con la siguiente frase: “Un amigo es una persona con quien te atreves a ser tú mismo.”



6 comentarios:

  1. La crónica estuvo bien, muy positiva y hasta emotiva. Algunas fotos de los animales no salieron muy centradas, pero aun así ahí quedan como recuerdo. No tomaste ninguna de los huevos de los borregos, o de donde deberían de estar para ilustrar los comentarios. Las de Indiana Jones montado hasta parece que acabas de frenar de un audaz galope... bueno no tanto. Las fotos del restorán están muy bien.
    Oye, ¿qué tal si de repente nos reunimos en jueves o viernes a las 8 ó 9 pm para ver qué tal se pone el ambiente de noche bohemia en la Destilería?, a la mejor surgen más anécdotas para el recuerdo.
    Un abrazo
    Emilio Cortés

    ResponderEliminar
  2. Poeta,

    Qué bueno que te gustó la reseña de nuestro viaje y tertulia. En cuanto a los huevos de los borregos, tendremos que consultar la memoria dactilar de Jose Luis y Gustavo.
    En lo que toca a juntarnos en las noches bohemias, lanza la invitación. Sé que hay varios nocturnos en el grupo.
    Luis

    ResponderEliminar
  3. Mis queridos amigos:
    Después de haber leído con mucha atención la crónica de marzo, les comento que, a pesar de pensar siempre que ya la última es la mejor y ya no se puede mejorar, estoy equivocado pues gracias a lo ameno de Luis para mejorar las cosas y de su sutil y picante pluma, hace que cada vez sea mas interesante, amena y muy agradable de leer. Vaya pues, otra felicitación de las tantas que se merecen. Solo me queda una duda: ¿Acaso los "calostros" no son los primeros alimentos con que amamantan a los recién nacidos sus mamás?, favor de aclarar.
    Con mis atentos saludos
    José Luis Vega

    ResponderEliminar
  4. A los Willis que no asistieron a la última comida:
    Después de que hayan leído la simpática y amena crónica elaborada por el ya famoso Flopis, verán que se perdieron de mucha diversión pues a pesar de que la visita a la granja no fue como esperábamos, si el estar juntos y hacer bromas, caminar y respirar aire puro, nos hizo el día a todos; Gustavo feliz investigando el sexo de los borregos, Frenado "braceando" a las vacas, Flopis como niño chiquito en el caballo; Salvador dando vueltas como trompo para llegar a la granja (con razón cada vez que viene de Metepec hace seis horas de camino); Mangel con sus anécdotas, Emilio (no se porque le pusieron El Poeta) con sus chistes viejos, Carlos con su seriedad característica pero cuando habla, ¡aguas!, Popi sacando conclusiones de la visita, Willy tomando fotos a diestra y siniestra; Horacio que también quería saber el sexo del burro y su servidor entrándole al pan. También los inasistentes se perdieron la tertulia de la comida en donde Marco a güevo quería saber quien tiene perrito, Rudy ya medio pedo tratando de prender sus cigarros de lechuga que le explotaban cada rato y Pepe Rodriguez, ya nos traía pendejo con que su hijo iba a pasar por el y no llegaba; como verán los faltistas, se pierden de convivir con nosotros pero, a pesar de todo espero que en la de abril nos acompañen.
    José Luis Vega Alarid

    ResponderEliminar
  5. Perdona el atraso en contestar o mejor dicho comentar, la verdad es que nos la pasamos o al menos un servidor y por lo que he leído varios más, súper, fue agradable verdaderamente estar juntos y conocer la granja, convivir con otros animalitos probar el rico pan a que haces mención y posteriormente disfrutar la comida en La Destilería a la que afortunadamente llegaron más.
    Sin otro comentario, gracias por su compañía pero más por su amistad.
    Saludos
    Miguel Angel Barrientos Alduncin

    ResponderEliminar
  6. Alguien preguntó qué de donde salió el apodo de Goofy (Tribilín) para Salvador. Esta es la versión que nosotros conocemos:

    Llegó Salvador con su Mamá y le dijo: Mami, mami quiero ser Puto cuando sea grande...
    Su Mamá le contestó enojada...hijooo como quieres ser puto cuando grande ¡NO NO No!
    Si mamá, dice Salvador, quiero ser puto cuando grande.
    ¡No hijo NO!
    Entonces, ¿Puedo Ser Tribilín?

    ResponderEliminar

Los Willis

Archivo del blog

Quienes somos?