Williamescos

Sitio de los Williamescos: Compañeros de Generación de los años 50 del Colegio Williams en la Ciudad de México. La base de este grupo de muchachos de la tercera juventud es quienes cursamos el 1ro de primaria en 1951 y salimos en 3ro de secundaria de 1959. Desde entonces nos hemos venido reuniendo regularmente sin faltar un solo año. Este sitio es para tratar los temas de la amistad, las raíces compartidas, y el afecto por la escuela que ayudó a forjarnos.

Busca aquí

lunes, 18 de marzo de 2013

Reseña Chuchesca de la 3ra comida de 2013

A MIS WILLIS CON CARIÑO

Verán Willitos, a estas pinches alturas de mi vida quizás debiera hacer terapia por esta cuestión tan cabrona de que pertenecemos a la generación que tenía un mandato prolijo (quien no se sepa la palabreja que PF. se la pregunte al Flopys o al Sheriffe): debíamos ser; y, así lo intentamos: los mejores hijos, los más estudiosos, los más trabajadores, casarnos (pero, con una mujer, ya ven que ahora se usa diferente y hay tanto pinche puto) tener hijos, criarlos, educarlos, casarlos y luego, abueleárle a los propios hijos (nuestros nietos). Pues…, bueno…, que ahora resulta que, ya que hice casi todas esas cosas y además, “lo mejor que pude”, resulta que, ahora, no siempre tengo ganas de hacer(obligado), lo que no me gusta, ni de escuchar los problemas sobre los que no quiero oír. A veces, me siento mejor cuando estoy solo, o puedo hacer mucho deporte, o mirar películas pendejas (sobre caballitos, pistolitas o sobre un pinche Star Wars) o leer un libro o defecar larga y plácidamente, resolviendo crucigramas.

Ya demostré de la mejor forma posible, quien soy como persona; así qué, lo que me queda de vida, intento que sea mío, disfrutándolo con lo que tenga ganas de hacer o no hacer: viajando, tomando café con amigos, haciendo lo que me hace bien, así sea estar, ... sin hacer absolutamente nada en una puta semana entera, ¿por qué no?, creo que me lo he ganado. Por eso creo que el pinche Rudy “pedotes”, es super feliz el grandísimo cabrón; pues… hasta la tumba con su pinche botella.

He estado atento y me he dado cuenta que por más que los demás nos quieran mucho y seamos muy importantes para ellos, casi todos, seguirán viviendo cuando ya no estemos (que si volteamos la cara, veremos en comparación, que ya nos queda mucho menos tiempo)...

Por eso ya es tiempo, de NUESTRO propio tiempo, y dejarnos de tener que rendir exámenes en tantos roles con que la vida nos puso a prueba. No pienso presentar más exámenes de nada ni con nadie, eso incluye a mi familia y a, algunos de mis amigos y, a un chingo de “medios amigos” pendejos y los putos desconocidos que chinguen a su madre.

Nosotros ya estudiamos, criamos a nuestros hijos, trabajamos, cuidamos a nuestros padres, y casi siempre estuvimos presentes, en cada una de las veces que alguien nos necesitó; díganme: ¿acaso después nos van a hacer un monumento donde diga: “a un luchador, un ser ejemplar y virtuoso”?, y si de casualidad lo hacen, ¡ya estaremos bajo tierra! o bien ¡achicharrados! y adentro de una pinche Urna. Somos una generación “sándwich” de transición y posguerra que rompió estereotipos, allanamos el camino a los que vinieron después, nacimos entre el 43 y el 45.

Por librar tantas batallas en soledad y por varias distintas razones que hemos sufrido tanto cada uno de nosotros, ya nos hemos ganado nuestra libertad (desde luego, para aquellos que la quieran. No todos la quieren y la necesitan) Por eso ya es hora de que empecemos a relajarnos y abrir nuestra mente cada vez que tengamos ganas. No saben lo bien que se siente desahogarse de viva voz, respirar profundo en un parque o mirando un río. ¿Tendré que invertir en terapia a la que me referí al principio, para sentir esto? ¿Vale la pena hacerlo? ¿Qué creen ustedes?

Muchas veces me planteo lo rápido que se me pasó la pinche vida, distraído como estaba, haciendo mil pendejadas, trabajando un chingo para tratar de forjar un porvenir, no solo para mí, sino para la familia. También me pregunto ¿cuánto nos queda de vida? No lo sabemos, por suerte nadie lo sabe, a la mejor mi pinche brother “El Popy”, si lo sabe. Recuerden que es medio brujo el cabrón y ese güey dice que lo sabe todo; pero, si hay alguien que lo sabe no lo conozco personalmente pero, si se que existe: y, creo que será un ser superior el que si lo sabe,... pero, por lo pronto no tenemos acceso a él, solo en nuestras oraciones.(quien suela decirlas). Veo todos los días que amigos, conocidos y personas públicas se van yendo de este pinche mundo; quienes, varios de ellos, a mi juicio, se fueron antes de tiempo, (recordemos a nuestros Willis, los que se fueron sin avisar) cuando aún tenían tanto por hacer. Hay que pensar que somos mucho muy afortunados de haber contado con más tiempo que el que ellos tuvieron.

Piensen; ¿algo cambiará en quienes nos quieren cuando nos vayamos?; NO, la vida seguirá igual en nuestra ausencia y de última dirán: “el pinche viejo ya estaba un poco loco en este último tiempo”….. ¡bueno! esto se lo dicen a todos los ancianos.

Así qué, mis queridos amigos, cuídense, no se repriman, aprendan a decir NO cuando quieran decir NO. Si es necesario, y siempre para bien de nuestra salud mental, aprendan a mandar a la chingada a la gente que no sirve para nada (eso sí, con elegancia es mejor). Decirles: ¡Ay mano… no seas puto!,(al más puro estilo Pesqueriano por ejemplo) Ahora, que si eres machín como yo, le dirás: ve a chingar a tu madre ¡grandísimo PENDEJO! y al más puro estilo Flopys, pues, disciplinarlos y ya.

Creo que ya es hora de discernir a quien le hace bien mi amistad, mi cariño, mi compañía, y quien me busca solo para llenar su pinche puto aburrimiento o descargar su neurosis. La vida está llena de gente egoísta que solo se satisface a si misma usando a los demás de distintas maneras y para diferentes propósitos. Huyamos de esos émulos de vampiros hijos de puta, que nos quieren chupar la sangre, para ellos, poder seguir subsistiendo y juntémonos cada vez que podamos, con aquellos que nos hacen cagarnos de risa. Practiquemos nuestra merecida libertad ya sea quedándonos en la cama todo un día, viendo por TV lo que se nos ocurra, o si quieren, puñeteándosela…. digo, si aún pueden.

Qué puto placer el caminar sin apuro ni rumbo fijo y detenernos en cualquier lugar que nos llame la atención. Por favor visitemos más seguido a los amigos positivos, vayamos a lugares nuevos, escuchemos más música, bailemos, cantemos, aprendamos idiomas, jardinería, jugar al ajedrez, dominó, o…. a, hacer pendejamente, ¡¡lo que más nos guste!! Todo sirve y es válido para hacernos sentir bien.

Todo esto viene a colación queridísimos Willitos, para poderles explicar mis continuas faltas de asistencia a nuestras reuniones mensuales, pude encontrar un nicho de actividad que me súper rejuveneció en lo referente a mi actividad profesional y a mi estado de ánimo; que, a los casi 70 años que voy a cumplir, fue un regalo del cielo y que, en automático puso a mis muy queridos cuadernos; que digo, cuates, a mis hermanos, “Los Willitos” y a las comidas mensuales en otro nivel de opción y de satisfacción, por lo qué, y haciéndome eco, de lo que nos quede de vida, que sea viviéndola cada día como queremos y en plenitud.

Y no se olviden queridos amigos de tener esta actitud plena y muy intensa en todas sus sensaciones y sentimientos hasta nuestro último día de vida, ya que por mí, que vaya a chingar a su madre la pinche calaca.

CHUCHO; pero, “El Pelucho”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Los Willis

Archivo del blog

Quienes somos?