Williamescos

Sitio de los Williamescos: Compañeros de Generación de los años 50 del Colegio Williams en la Ciudad de México. La base de este grupo de muchachos de la tercera juventud es quienes cursamos el 1ro de primaria en 1951 y salimos en 3ro de secundaria de 1959. Desde entonces nos hemos venido reuniendo regularmente sin faltar un solo año. Este sitio es para tratar los temas de la amistad, las raíces compartidas, y el afecto por la escuela que ayudó a forjarnos.

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domingo, 20 de noviembre de 2011

Reunión Anual 2011: Aniversario 52

Introducción
Tal y como se había venido planeando, el día 18 de noviembre se llevó a cabo la Reunión Anual de los Williamescos 2011. La tertulia se llevó a cabo en la casa de José Luis Vega Alarid, anfitrión quien se desvivió por atendernos y hacernos sentir como en nuestra propia casa. Todos los asistentes quedamos muy contentos, pues no solamente nos energizamos con nuestra compañía, sino también tuvimos la oportunidad de celebrar el cumpleaños de nuestro anfitrión con varias mañanitas y sapos verdes. Si todos nos divertimos, nuestro Bioquímico tuvo un orgasmo de placer por ser el centro de la atención Williamesca. ¡Gracias Pepe Luis por habernos prestado tu casa y darnos la oportunidad de darte tantos regalos!

Asistencia
Concurrimos un total de diecisiete Willis. El primero en llegar, fiel a su costumbre anglosajona, fue Felipe Diez Martínez (quien asistió a pesar de apenas poder moverse y caminar por un fuerte dolor de espalda), luego llegaron el resto: Abelardo Castañeda, Carlos “El Lord” Castellanos (quien vino con su ya tradicional caja de vinos), Emilio “El Poeta” Cortés, Francisco “Popy” Gutiérrez , Gustavo “El Mosco” Castillo, Jesús “Sorpresitas” Pontones, Jorge Sthal (quien nos hizo el honor de venir desde el meritito norte), José Luis “El Bioquímico” Vega Alarid, Luis Cristino Valenzuela (acompañado de su escudero y yerno Pepe), Luis Emiliano “Flopis” Gutiérrez (quien organizó el evento con la asistencia de Chucho Pontones), Mangel Barrientos Alducín (que trajo un sabroso pastel), Marco Antonio Sordo (quien trajo unos ricos puros), Munir Chalela (quien nos deleitó relatando su viaje a la tierra de sus ancestros), Roberto Willebaldo Lopez Peña (quien vino de pantalones largos porque hacía mucho frio), Rudy Vega Pasalagua (quien nos deleitó tocando el teclado electrónico), y Salvador Joaquín “Goofie” Robles.

El evento inició a las 14:00 horas, cuando llegó Felipe, y terminó a las 23:15 horas, momento en que se retiró Felipe, claro acompañado de Chucho y de Flopis.

Desarrollo del evento
Rudy entre lo frío y lo caliente: Pobre de nuestro amigo, primero Munir (creyendo que Rudy se alimentaba por los pies) le vació el guisado de tinga en la valenciana del pantalón; segundo, algún Willy efusivo le tiró una taza de café hirviendo en la pierna, y tercero, Popy en la alegría de Baco le vació medio vaso en la camisa y cara. Todo esto después de un accidente que tuvo paseando su perrita en las accidentadas aceras de la Ciudad de la Esperanza, se tropezó, cayéndose y lastimándose la cara, quedándole ahora una distinguida Flor de Liz en la frente.

Jorge Stahl entre avión y helicóptero: Jorge, quien tiene mas de mil horas de vuelo, nos platicó de las pocas probabilidades de que la caída del helicóptero del Secretario de Gobernación, José Francisco Blake Mora, hubiera sido un accidente. El suceso para empezar fue extraño, siendo la segunda vez que el secretario de gobernación de ésta administración muere en un accidente aéreo y justamente en el mes de su aniversario.

Munir y su tarjeta de débito: Llegó el distinguido abogado Munir al cajero automático a retirar dinero; al ingresar la tarjeta, se cerró la puerta, se encendieron y apagaron las luces, y en una voz sonora se escuchó: corrupto, ratero, aprovechado, abusivo, ladrón. Munir asustado retiró rápidamente su tarjeta, la revisa y dice: “Ay que pendejo, en lugar de meter la tarjeta de crédito, metí la Cédula Profesional.”

Luis Cristino entre luz y sonido: Hay que destacar que aun cuando Luis Cristino ya no ve, el sentido del oído se le ha desarrollado a tal grado que cuando hablamos nos reconoce: “¡Ya callate pinche Flopis!”, le decía tiernamente.

Popi y Munir entre vampiro y congestión: Desde que contratamos al servicio de Los Vampiros, allá por el 2008, todos los Willis han quedado más que satisfechos cada vez que nos atienden. En ésta ocasión Popi y Munir se la pasaron la mayor parte del tiempo en el puesto de comida, platicando y platicando entre vampiro y vampiro. Discretamente, Chucho Pontones se les acercó a los cocineros y les preguntó "Cuántos vampiros llevaban cada uno?" Pocos, dijo el cocinero, "El grandote apenas lleva doce y el señor canoso lleva dieciséis." El que se lleva las palmas es sencillamente Munir, pues no vemos en donde le pueda caber tanta comida.

Willebaldo entre los pantalones cortos y sin camisa: Nuestro querido contreras Roberto Willebaldo Lopez Peña estuvo discutiendo con uno de los eternos discutidores, Popi. No sabemos cuántos temas tocaron, pero en ninguno estuvieron de acuerdo. Es más, sospechamos que solo escuchaban sus propios argumentos. En una de esas, después de repartir las playeras y gorras, Willebaldo fue el único que se la puso la gorra al revés. Luego se paró y se encueró en medio de la comida. “¿Qué haces?”, gritamos al unísono. “Pues que creen que estoy haciendo bola de güeyes, poniéndome la playera.” Nadie le siguió el ejemplo: hacia mucho frio.

Entre el pasado y el presente: Al final del convive, Felipe, Flopis, Chucho y José Luis se quedaron haciendo un balance de la reunión. La unánime conclusión fue que la reunión había sido todo un éxito; y es que no puede ser de otra manera, cada vez que nos juntamos nos divertimos a lo lindo. También se habló acerca de la elaboración del libro de recuerdos del Williams. Felipe decía que el libro debe empezar con lo que somos ahora, mientras Flopis decía que debería empezar con nuestras raíces. Pepe Luis secundó la posición de Felipe, mientras Chucho Pontones la de Flopis. Chucho señalaba que todavía se acordaba del olor a tierra mojada cuando regaban el patio y eso lo llevaba a acordarse de nosotros. Flopis decía que sin los lazos que se entretejieron en el Williams, no nos estaríamos reuniendo ahora. Felipe decía que independientemente de cómo empezamos, la fuerza vital del grupo era las vivencias de ahora, las experiencias del presente, del afecto que va creciendo a través de nuestras comidas y reuniones. Aunque no se quedó en nada, por lo menos Felipe y Flopis estuvieron de acuerdo en seguir discutiendo: “Nacieron discutiendo y los vamos a enterrar discutiendo.”

Agradecimientos
La Señora de José Luis Vega Alarid: Gracias a su iniciativa quedó muy bien el montaje de las mesas, los manteles blancos y color durazno, dándole un toque femenino al sitio de nuestra reunión. Gracias también por los atractivos centros de las mesas de rosas blancas, y el cafecito para acompañar el postre. Fue tan amable, que hasta nos quería regalar a su marido, pero tan decentes que somos nosotros, se lo agradecimos pero declinamos graciosamente.

José Luis Vega Alarid: Gracias por permitirnos estar en tu casa, ser un generoso anfitrión, y comprar un teclado para que Vega Pasalajarra nos deleitara la trompa de Eustaquio. Desgraciadamente, Gustavo y Rudy se la pasaron discutiendo en lugar de atender sus obligaciones musicales, por lo que solamente se cantaron las mañanitas y “Hay unos ojos…” con el acompañamiento de Rudy.

Luis Emiliano Gutiérrez Poucel: Por haber organizado el evento, contratado a Los Vampiros, y traído las bebidas.

Jesús Pontones Llarena: Por haber diseñado las playeras y gorras del evento, estimulado la asistencia de los Willis con varios correos, y recordado su colaboración pecuniaria.

Carlos Castellanos: Por su magnífico gusto de vinos y haber contribuido a aminorar la terrible sed de los Willis con una caja de vinos.

Miguel Ángel Barrientos Alducín: Por haber obsequiado el pastel con el escudo del Williams que el mismo cocinó.

Marco Antonio Sordo Soldevilla: Por haber convidado esos magníficos puros.

Munir Chalela: Hay que destacar, que el único civilizado del grupo fue Munir, quien de parte de su señora le trajo una bonita noche buena a la esposa de José Luis Vega. Munir confesó que él quería traer unas botellas de vino, pero su esposa le dijo “¡NO, No, no… se las van a terminar tomando!”

Pepe, el cuñado de Luis Cristino: También hay que felicitar a quien todos los años trae a nuestro querido compañero Luis Cristino Valenzuela Colín a nuestras reuniones y lo atiende, con un afectuoso sentido de responsabilidad y apoyo.

Epílogo
En esta reunión celebramos 61 años de haber entrado al Colegio Williams y 52 años de haber salido de él. Independientemente de cuantos llegamos, con el solo hecho de ser nosotros y revertir a aquellos niños de 10 años en el Colegio Williams, nos aseguramos de tener una reunión muy especial, única y sensacional. Y en efecto, fue un día memorable.




sábado, 12 de noviembre de 2011

Cronica de la comida del 1 de noviembre 2011

En el dia previo al de muertos llegaron a la comida de noviembre en la Destilería: Pontones, Román, Sordo, Popi, López Peña, Chalela y Abelardo. Siete compañeros en total. Via mail Pepe Pistolas se disculpó y Barrientos se excusó. Nos dio gusto que apareciera Román Román quién tenía algun tiempo que no asistía.

Por ser pocos los asistentes la reunión transcurrió en el área interior de la Destilería que dicho sea de paso, con los equipales, es mucho más cómodo y menos fría que la zona que ocupamos de costumbre.

Muy feliz y contento estaba mi querido Munir, quien nos relató sus aventuras en el Líbano, París, Dubai, etc. Cómo es natural allá comió y bebió como nunca, sin embargo piensa que en México está la mejor comida árabe, por lo menos mucho mejor condimentada. Estuvo encantado visitando a sus parientes y nos recomienda muchísimo conocer Líbano.

La comida transcurrió con amenos comentarios de todos los asistentes acompañados de buenas botellas de vino tinto, ordenadas primero por Willebaldo y posteriormente por Marco Antonio. El último en llegar fue Abelardo, al que al parecer le trajeron el mejor platillo, pues calladamente disfrutó a plenitud y sin chistar de su comida. Al llegar Abelardo logró comunicarse con Luis Cristino quién nos confirmó que con seguridad asistirá a la comida del viernes 18 de noviembre. Siempre con gusto, habló primero con Aba, luego con Pontones, a quién le solicitó que en la comida anual hubiera comida especial para diabéticos, ya que ambos lo son. Posteriormente pidió hablar con Román a quién saludó con mucho gusto, pues tenía mucho tiempo de no “verlo” (oirlo).

Agradable polémica entre nuestros queridos Popi y Willebaldo quienes se enfrascaron en una discusión un tanto bizantina, en donde todos participaron, terminando claro, en desacuerdo y calificando a algunos como “piratas de la atención”. Los tópicos variaron desde la consabida anulación de nuestros votos en la próxima elección, hasta una muy antigua regla de cálculo de 1.50 mts. de largo que perteneció al abuelo de Popi.

Desde luego Chalela nos ilustró con todos los pormenores de su viaje a su madre patria, amenizándonos con varios chistes. Por cierto, en un momento pensamos que ahí estaba Jose Luis, –o tal vez por ser el día de muertos–, apareció su espíritu, ya que la anécdota que nos ha contado Munir en la que se refiere a un político que ofrece trabajo a su padre, respondiéndole: –que él es una persona decente–, de inmediato “alguien” dijo: ¡lo has contado mil veces!

La comida, para algunos o fría o cruda. El servicio, bien a secas, con una mesera de nombre Yolanda que se esforzó por atendernos lo mejor posible. Por supuesto sigue en pie la posibilidad de cambio de sede.

Finalmente como pelones de hospicio que se les hubiera castigado estilo Williams, nuestros queridos azucarados, (diabéticos) dieron cuenta de cuanto canasto de pan hubo en la mesa, así como los ricos postres que les gorrearon a Willebaldo y Aba. ¡Ligeramente checados los deben de traer en sus casas!

Honor a quien honor merece. Tanto Goyeneche como Willebaldo están –y con mucha razón– muy satisfechos por sus estudios de maestría realizados cada quién en su especialidad. Willebaldo nos estuvo platicando cosas muy interesantes respecto a lo mismo. En la crónica pasada se comentó que nó cualquiera, llega a alcanzar tales metas a nuestra edad. Este es un ejemplo que debemos difundir, ya que, a pesar de que Chucho no está de acuerdo, se debería dar a conocer por el valor y carácter demostrado por nuestros cuates.

En este, el día de todos santos, nos retiramos todo el grupo al filo de las 7:30 hrs. prometiendo volver a vernos el viernes 18 de noviembre en el garage de la casa de José Luis.

Esta crónica fue redactadas por Chucho Sorpresas para sorpresa de propios y extraños. Ya no los abrumamos y nos despedimos con un williamesco ¡Abur!

Los Willis

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