Nos detuvimos una hora a desayunar y desde antes de bajar la Cumbres nos lanzamos sin detenernos hasta Villahermosa donde llegamos a las 7:00 p.m.y ahí pasamos la noche.
Al día siguiente nos lanzamos intrepidamente, y a una hora muy temprana (antes del mediodia), al camino del sur, íbamos a pasar a Mérida a comer pero yo creo que ese pueblo no me quiere ya que las dos veces que he pasado por ahí me han tocado unos aguaceros de a deveras, en fin que para librarlo nos seguimos hasta Valladolid donde ya estaba bien el tiempo y ahí comimos y descansamos un rato, llegando a Cancún a las 7:00 p.m. donde todavía nos tocó descargar los carros ya que sospecho que mis queridos hijos que viven allá se hicieron güeyes, pues llegaron después de que habíamos terminado.
Quisiera mencionar qe la carretera de Tinaja a Cancún está muy buena y que sólo hay un tramo donde es de doble sentido pero casi toda es autopista.
El sábado celebramos los tres años de mi nieto con una ceremonia religiosa y su posterior ágape donde disfrutamos de una deliciosa cochinita pibil, un lechón al horno con su respectiva salsa de habanero y unos exquisitos frijolitos así como de las infaltables chelas, y yo que andaba sufriendo de la espalda y la carencia de ayuda de mis jijos, me eché unos tequilitas para recuperarme.
Al día siguiente desayunamos del recalentado y me regresé a esta ciudad con mi esposa.
Mis Willis, les anexo las siguientes fotos donde estoy primero con mi esposa e hijos y después con toda la familia actual. En realidad somos pocos pero nos vemos muchos.
Saludos a toda la bola de Williamescos.
Miguel Angel Barrientos Alduncin
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