La mansión ya no nos recibe con aquel cariño expresado en un molcajete con aguacates y quesos panela ahogados en una rica salsa roja, acompañado de totopos… al cuestionar a los meseros por su ausencia, nos comentaron que habían suspendido esa entrada por razones de economía… Caray, para los precios que cobra La Mansión, esa botana era un abre sed y yo despierta apetito de buen gusto, pero la Mansión prefiere ahorrarse centavos y perder pesos.
Nos sentamos nuevamente en la gran terraza cubierta, en donde gratamente pudimos hablar y escucharnos sin necesidad de gritar. La comida estuvo bien, pero con el desagradable corolario que nos trataron de sobre facturar, afortunadamente revisamos las sumas y el costo de los platillos, por lo que ajustaron las cuentas; a mi, me querían cobrar $800 de más. Por supuesto, no les dejamos propinas. Esperamos que esto no vuelva a suceder.
Tocamos varios temas entre los cuales destacaron tres. El primero sobre algunas de las medidas y propuestas del equipo de Andrés Manuel López Obrador, mencionando que para tanto ruido sobre el nuevo aeropuerto ahora se va hacer pero a través de consultas técnicas y populares, lo que traducido del lenguaje político populista significa que se va llevar a cabo el aeropuerto tal y como originalmente se concibió. Hablamos de los elevados costos de transferir las secretarías a los estados, sin el personal de confianza y sin una buena parte del personal de base, que preferirá renunciar antes que trasladar sus familias a la provincia. El aumento de costos no solamente va a ser por la relocalización, sino por las pérdidas de eficiencia en las funciones de las secretarías por la ausencia de los funcionarios que saben y por la necesidad de entrenar a los nuevos funcionarios.
También hablamos de los nombramientos que apuntan a una especie de estado Echeverrísta, en donde las cabezas de sector son políticos y amigos, más que administradores y expertos. Se mencionaron los casos de Bartlett en la Comisión Federal y Octavio Romero en Pemex, así como las figuras de la maestra Gordillo y Napito.
Otro tema de interés fue la influencia cultural sobre los planteamientos médicos y medicamentos, en donde los beneficios de una misma planta medicinal se justifican de diferentes maneras tanto en México como en China. Se habló de la falta de capacidad institucional para llevar al mercado interno las medicinas necesarias y de bajo costo para las familias mexicanas, prefiriéndose el enfoque neoliberal popularizado por Carlos Salinas de dejar los productos médicos al mercado, las empresas privadas y las trasnacionales, las cuales prefieren tratar enfermedades en donde pueden lucrar más, que promover medicinas efectivas de bajo costo para la mayoría de los mexicanos.
Javier ofreció dar su libro sobre la historia del Williams a aquellos que así se lo solicitaran.
Fue una bonita y agradable ocasión para hacer vida, puesto que la vida no es la que uno vivió, sino la que recordamos, y como la contamos. Fue una reunión para recargar las baterías gracias a que disfrutamos la amistad y la camaradería de la gente que comparte las mismas raíces y gusta de las mismas cosas.
Nos vemos el próximo primer martes de septiembre, dejándoles a continuación las fotografías de la comida. ¡Aburr!
