Williamescos

Sitio de los Williamescos: Compañeros de Generación de los años 50 del Colegio Williams en la Ciudad de México. La base de este grupo de muchachos de la tercera juventud es quienes cursamos el 1ro de primaria en 1951 y salimos en 3ro de secundaria de 1959. Desde entonces nos hemos venido reuniendo regularmente sin faltar un solo año. Este sitio es para tratar los temas de la amistad, las raíces compartidas, y el afecto por la escuela que ayudó a forjarnos.

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jueves, 5 de julio de 2018

Crónica de la comida del primer martes de julio en la Mansión de San Jerónimo

Llegamos diez Willis a compartir el pan y la sal de la mesa, los primeros en llegar a las 2:30 P.M. fueron Chucho Goyeneche “el Pelucho” y –la grata sorpresa– de Xavier Lozoya Legorreta. Yo, Luis Gutiérrez Poucel “Flopis”, fui el tercero en llegar a las 2:45, siendo recibido por la incesante y continua crítica de mi hermano Pelucho de que era impuntual por haber llegado 15 minutos después de la hora citada y que aparte me la estaba pasando chingándole y exigiéndole que hiciera esto y aquello y que ya le había colmado su infinita paciencia. Yo no podía saludar a Xavier por la andanada de insultos y reproches. Finalmente después de un abrazo y un beso, se tranquilizó un poco diciendo “a pesar de que eres una ladilla, te sigo queriendo pinche cabrón”. Al fin, tuve la oportunidad de saludar a mi querido compañerito Xavier que en alguna ocasión apodé el “Cuge-5”, nombre del producto medicinal QG-5 que inventó y que la empresa Genomma Lab Internacional sacó al mercado años atrás y que el propio Xavier promovía en la televisión. Poco a poco empezaron a llegar mi hermano Francisco Gutiérrez “Popi”, Miguel Angel Barrientos “Mangel, Lambada o Pancis”, Marco Antonio Sordo “Pulgarcito”, Rodolfo Vega Pasalagua “Rudy”, Jesús Pontones Llarena, Abelardo Castañeda “Aba”, y, finalmente, Nacho García Téllez.

El restaurante nos tenía preparada una mesa para 14 comensales en el salón contiguo al bar, teníamos todo el lugar para nosotros, no había música, ni ruido. Por primera vez en meses podíamos hablar normalmente y conseguíamos escucharnos de un extremo al otro extremo de la mesa sin gritar, aparte de que no tuvimos dificultad para estacionar nuestros automóviles. Poco a poco todos nos fuimos convenciendo de que la Mansión de San Jerónimo ofrecía varias ventajas sobre la Mansión de Insurgentes. Su única desventaja es que quedaba un poco más retirada para aquellos Willis que viven en el norte y centro de la ciudad. Solamente los Contreras de Popi y Pulgarcito fueron los únicos que dijeron que preferían el otro lugar porque les quedaba más cerca. Finalmente tuvieron que aceptar que era preferible poder hablar y escucharnos que la cercanía del restaurante.

Tratamos varios temas, originalmente habíamos planteado dos: en primer lugar, “el dónde y el cuándo” para exhibir la película del recuerdo, en una tercera edición del video “Amaneceres y Atardeceres Williamescos” y, en segundo lugar, lo que podíamos esperar en el país con la llegada al poder de Andrés Manuel López Obrador. Sin embargo, debido a la ausencia de varios años de Xavier Lozoya, le hicimos varias preguntas acerca de su actividad y, como es un gran platicador, tratamos el tema de la nueva tendencia científica mundial en el campo de la Medicina.

Otras cuestiones e incidentes: Tratamos otros temas, pero gracias a que nos podíamos escuchar, el número de pendejadas fue relativamente bajo. Chucho Pelucho nos informó que estaba muy contento con su dispositivo para ver televisión, “Fire tv Stick”, información que le interesó mucho a Mangel.

Nuestro querido Nacho nos habló un poco del desafío de salud que sufre su esposa, desafío que ha durado ya varios años. Rudy, quien atravesó por algo parecido con su esposa Cristina, habló largo con Nacho comunicándole su experiencia y dándole los consejos del amigo.

Goyeneche exclamó que no conocía a otro grupo de amigos de primaria y secundaria que se siguieran reuniendo como nosotros con tanta regularidad. Los detonadores aparentes fueron la fortuita reunión en el Cucú para sustituir la fiesta de fin de año organizada por el Williams y que resultaba tan cara, reunión que dio lugar a la tradición de reunirnos cada año en nuestro aniversario de la salida del Williams. Aunado a esta tradición, la otra reunión fortuita de Anthony Smith y Marco Antonio Sordo para comer, poco a poco fue creciendo hasta asistir más de 30 compañeros. Las crónicas y fotografías documentando nuestras reuniones y siendo subidas a nuestro blog y a nuestra página de Facebook también contribuyeron a darle continuidad y a unir más al grupo.

Xavier, intrigado, preguntó ¿qué es lo que nos hacía diferentes a los del William del resto?, agregando “hay que reconocer que el conocimiento se despreciaba al punto de que aquellos que sacábamos buenas calificaciones éramos los putitos.” Yo le dije que “eso no era correcto, puesto que yo, al igual que Padros, del Llano y Felipe, figurábamos regularmente en los cuadros de honor, pero a la vez no teníamos temor de entrarle al trompón. Lo que pienso”, le dije, “es que siendo la escuela más cara de la ciudad permitía –bajo el modelo inglés– tener alumnos internos, medio internos y externos. Los internos provenían de todas partes de la República y representaban todos los grupos raciales, desde los muy morenos Galeana de Acapulco hasta los muy güeritos Garza de Nuevo León, etcétera. Aparte, también había diferentes grupos socioeconómicos, compañeros que provenían de familias muy adineradas y otros no tanto, lo que nos identificaba era el deseo de nuestras familias de que aprendiéramos y tuviéramos una buena preparación en la mejor escuela de México.

“A pesar de este mosaico de diferencias raciales, religiosas, culturales y socioeconómicas pudimos encontrar puntos de unión, afinidad que prevaleció sobre nuestras diferencias y nos unió en aquel entonces y ahora nos sigue uniendo a pesar de nuestras diferencias profesionales y como nos ha ido la vida. Recuerden,” agregaba, “que nuestros insultos eran de pinche güey, nalgón, putito, etcétera pero no eran insultos lacerantes.”

Acabábamos de decir eso, cuando Abelardo se puso de pie y voz en pecho gritó que si había discriminación en el Williams, y que el peor insulto era cuando le decíamos a alguien “indio pata rajada”. Chucho Pelucho levantó los ojos al cielo, así como diciendo “ayúdame Dios mío por favor”; varios de nosotros le dijimos que no nos acordábamos de que a alguien lo hubieran insultado de esa manera en la escuela, inclusive le preguntamos a Mangel, el de la memoria privilegiada, si recordaba que a alguien le hayamos dicho semejante cosa, y contestó, “no, no me acuerdo.”

Aba nos regaló un arcoíris de emociones, empezando con su gran encabronamiento con el personal del restaurante que, según él, lo trataron de manera humillante cuando llegó. Luego se quejó fuertemente de que la comida no estaba a su gusto, seguido –después de recordar una mala memoria– de un fuerte llanto, por lo que el Flopis trató de calmarlo apapachándolo y convidándole copas de vino hasta que finalmente logró que se tranquilizara y dejara de llorar.

Rudy con su gran simpatía, le pidió a Aba que por favor ya dejara de enviar tantos mensajes repetidos y tan largos por WhatsApp. Chucho Goyeneche dijo filosóficamente que era más fácil que llegara Dios a la tierra, que convencer a Aba de evitar las repeticiones. El Flopis le dijo que antes de enviar un mensaje tratará de ver por lo menos los cinco mensajes previos y le recomendó que se limitara a enviar sólo cuatro al día.

Cada vez que hablamos sobre algún tema, ya fuera el diseño de la película, o el programa económico de Andrés Manuel López Obrador, o las plantas medicinales, Aba quería participar en la conversación, por lo que frecuentemente nos interrumpía. Al principio fuimos muy corteses y nos callábamos cada vez que nos interrumpía, pero finalmente optamos por no prestarle atención. Esto lo enfureció a tal grado que criticó fuertemente a Rudy y al Flopis, acusándonos de advenedizos al grupo de los Willis porque no se acordaba de nosotros en la escuela… Rudy y un servidor nos curamos en salud ignorando sus críticas y acusaciones.

La Película: todos estuvimos de acuerdo en que la película será proyectada en la casa de Flopis para evitar los problemas técnicos que tuvimos cuando tratamos de verla en el Castillo de Rudy durante la reunión anual de noviembre del 2017. La reunión será de colaboración, ordenaremos la magnífica Cochinita Pibil que Chucho Goyeneche sabe dónde conseguir y que es sencillamente deliciosa. Miguel Angel traerá, si resuelve sus problemas logísticos con la señora que lo ayuda, sus tamales prometidos. Marco Antonio Sordo se encargará de comprar el vino y nos dirá cuál es el costo por persona. Luis facilitará los refrescos, aguas minerales, cervezas y el hielo. Cada uno de los comensales deberá traer su veneno favorito, desde el whisky hasta el Bacacha (como le dice Marco Antonio al ron Bacardi), sin olvidarnos por supuesto del tequila blanco y reposado. Sobre cuándo será el evento, todos quedamos de acuerdo que la exhibición sería cuando Munir nos pueda acompañar. Si se demora su recuperación más allá de julio o agosto, la mostraremos en la reunión anual de noviembre, porque Rudy – quien ha sido uno de los principales instigadores de la película junto con Chucho Pelucho – está saliendo de viaje al Cono Sur en agosto y regresará hasta septiembre.

México bajo AMLO: En cuanto a la pregunta ¿Cómo estará el país bajo el Gobierno de la Esperanza de Andrés Manuel López Obrador?, hablamos de la promesa de campaña de iniciar la cuarta transformación del país que, en principio, se basa en cambiar el modelo neoliberal de desarrollo que hemos seguido desde los años ochenta de ser una economía abierta con un Estado poco intervencionista. Coincidimos en que el modelo ha brindado estabilidad macroeconómica, pero el crecimiento de la economía ha sido bajo, de alrededor de un 2% en promedio al año. El modelo que propone AMLO tendría un Estado más interventor, así como, un mayor gasto social para abatir la desigualdad y la pobreza, aumentando el gasto público con el compromiso de no subir los impuestos, ni adquirir más deuda. El objetivo de esta cuarta transformación es hacer de México un país más democrático, más incluyente, menos desigual y lograr un mayor crecimiento económico sin perder la estabilidad financiera. El modelo establece que los recursos para financiar este mayor gasto social provendrían de la erradicación de la corrupción y centralizando las compras federales para lograr menores costos. Por otra parte, varias medidas de austeridad gubernamental aumentarían los recursos, tales como, vender el avión presidencial y reducir a la mitad los sueldos y salarios de los funcionarios federales de mayor nivel. Sin embargo, difícilmente van a alcanzar los recursos con estas medidas para financiar el aumento en el gasto social, requiriendo aumentar impuestos, endeudarse o financiar el gasto de manera deficitaria.

El precio de la gasolina se va a mantener constante en términos reales, basado en la formula existente, lo cual hará que nuestra gasolina siga siendo más cara que en Texas. También había prometido reducir el IVA al 8%, pero parece que lo va a dejar al mismo nivel actual. En fin, no sabemos lo que AMLO va a hacer y que promesas de campaña va a poder cumplir.

Andrés Manuel llega al poder con alrededor del 53% de los votos y con una mayoría en ambas Cámaras del Congreso. Los mercados financieros han recibido positivamente la noticia, fortaleciéndose el peso; el reconocimiento del triunfo de AMLO y de su partido Morena por sus rivales y el gobierno de Peña Nieto, así como, su discurso de triunfo tan conciliador junto con el anuncio de una transición ordenada ayudaron a mantener la calma en los mercados, la confianza de los empresarios y la estabilidad financiera. La plática telefónica con el presidente estadounidense Donald Trump también ayudó a generar confianza, disminuyendo la preocupación de que el país se estaría rigiendo por una administración autoritaria y cerrada.

Medicinas tradicionales y el genoma humano: El tema que más ocupó nuestro tiempo fueron las nuevas tendencias mundiales en el campo de la medicina. Xavier Lozoya tiene una trayectoria profesional muy interesante que nos platicó durante la comida. En su juventud, después de terminar la escuela preparatoria en la prepa uno de San Ildefonso, se fue a la Unión Soviética a estudiar medicina, a la Universidad Patricio Lumumba en la ciudad de Moscú. Pronto, sus profesores notaron que Xavier tenía más dotes de investigador científico que de doctor, por lo que mientras estudiaba medicina en las mañanas, por las tardes-noche empezó a formarse como científico en los años 60 del siglo pasado. El campo que rápidamente atrajo su interés fue la herbolaria, el uso de las plantas medicinales para curar diversas enfermedades. Su formación profesional en Rusia le tomó diez años. Sin embargo cuando llegó a México se encontró con que ese campo de estudio no era del interés de las autoridades académicas médicas ni de las instituciones que se ocupaban de la aplicación de la medicina. Durante los setentas y ochentas creo en el IMSS el primer centro de investigación en plantas medicinales del país y en el estudio de la medicina tradicional indígena de México. Durante casi 30 años desarrolló nuevos medicamentos a base de plantas mexicanas sin que hubiera ningún interés de parte de la industria farmacéutica nacional. No fue sino hasta mucho tiempo después, ya jubilado del IMSS, que logró que una industria se interesara en uno de sus productos, basado en las hojas del guayabo, que ha tenido gran éxito en el tratamiento de la colitis.

Xavier nos habló también de la confluencia de las dos grandes tendencias en la medicina y la salud, la de la cultura de Occidente y la cultura ancestral del Oriente, dos tendencias que están convergiendo en la construcción de un nuevo paradigma científico en la manera de cómo tratar las enfermedades y mantener la salud en todo el mundo. La charla nos llevó a hablar del Genoma Humano, el que no solo nos define como especie animal, sino que requiere de su combinación con el Microbioma que es el genoma de los miles de millones de microbios que normalmente conviven con las células del cuerpo humano; en otras palabras, estamos configurados en una unidad biológica funcional con millones de microbios que necesitan convivir con nuestras células para crear un equilibrio o balance biológico que es el principio del nuevo concepto de salud. Nos habló de las consecuencias de los antibióticos utilizados durante todo el siglo XX y que, en realidad, alteraron el Microbioma de los humanos dando origen a la resistencia de los microbios a esos medicamentos, lo que ha generado un gran problema en la salud de los habitantes del siglo XXI. Luego nos habló de la acupuntura, de la energía Chi y de la combinación de tratamientos entre la medicina china y la estadounidense y… por fortuna se fue como a las 7 de la noche porque ya nos tenía atarantados, ¡con tanto rollo científico!

Conclusión: En general la tertulia estuvo tan interesante y divertida que nos quedamos hasta pasadas las 10 de la noche Pontos, Popi, Rudy, Sordo, Nacho y Flopis. Cuando estábamos saliendo comentamos que esta comida había sido una de las más gratas y divertidas de los últimos años, por lo que quedamos de vernos nuevamente en la Mansión de San Jerónimo donde llevaríamos un bozal con candado para Abelardo.





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