Williamescos

Sitio de los Williamescos: Compañeros de Generación de los años 50 del Colegio Williams en la Ciudad de México. La base de este grupo de muchachos de la tercera juventud es quienes cursamos el 1ro de primaria en 1951 y salimos en 3ro de secundaria de 1959. Desde entonces nos hemos venido reuniendo regularmente sin faltar un solo año. Este sitio es para tratar los temas de la amistad, las raíces compartidas, y el afecto por la escuela que ayudó a forjarnos.

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jueves, 28 de enero de 2016

Carta a Jorge Solís Cámara con copia a nuestros amigos y sus familiares...

Queridos Amigos de Toda la Vida y Familiares del Huevo:

Creo que no me equivoco al decir que todos recibimos la noticia del fallecimiento de nuestro querido amigo el Huevo, Jorge Horacio Solís Cámara Gómez, con una mezcla de dolor, indignación, nostalgia y sorpresa. Es cierto, todos esperamos morir pero no antes de tiempo y no ante una enfermedad oportunista como el Parkinson. Si nos dicen que el Flopis se murió en medio de una risa incontrolable con un tequila en la mano, se nos dibuja una sonrisa en la boca y esbozamos una esperanza pensando: “así me quiero ir yo.”

Pero cuando nuestro último adiós es a consecuencia de una pinche enfermedad que poco a poco nos resta y disminuye, lo único que podemos hacer es pensar como le hubiera gustado irse al amigo. Bueno, Jorge se fue de nosotros en una pelea de gallos, en una fiesta cantando su último adiós, abrazando y brindando conmigo la suerte de su gran familia Solís Cámara, de sus grandes amigos del Colegio Williams y de la Facultad de Veterinaria de la UNAM, y de nuestra historia de aventuras que muchos de ustedes conocieron y algunos probablemente desaprobaron.

¿Qué les pudo decir de “Jorge Horacio Cuasi Perfecto Solís Cámara Gómez” que no sepan ustedes, inclusive mejor que yo? Quién no se acuerda de su merecida y bien ganada fama de que siempre quería ser el guapo y triunfador, a pesar de que al principio fue chaparro, orejón y tímido. Le gustaba juntarse conmigo porque hacíamos una buena pareja, los dos apuestos, platicadores y siempre vencedores ante los desafíos de los indisciplinados. Intimidábamos y fascinábamos a la gente. Éramos inteligentes, peligrosos y seductores. Cuando nos propusimos estudiar, fuimos los mejores de la clase. Y cuando nos propusimos defendernos ante los abusadores de la del Valle, Mixcoac, Franco Español, Prepa 1, Veterinaria, fuimos los triunfadores. Jorge y yo nunca, pero nunca perdimos una pelea.

Me decía: “Flopis eres mi As en la manga”.

Jorge siempre tuvo sensibilidad social, tenía una increíble mano izquierda. Como todos ustedes saben, yo solamente tengo dos derechas. Si algo me caracteriza, es la de ser un elefante en cristalería. Solamente veo la entrada y la salida, trazo una línea recta y ahí me voy. No así el Huevo, Jorge podía caminar entre los obstáculos, bordearlos y evitarlos. No importaba lo que le dijeran, lo que le hicieran, difícilmente perdía la compostura, hasta cuando se la hacían perder. En mi mente siempre fue ejemplo de propiedad, corrección, caballerosidad, honestidad y profesionalismo. Pero cuando se terminaba esto, y el adversario no respondía ante la inteligencia de la verdad, y la propiedad de los hechos, Jorge levantaba la mano derecha como el martillo del juez de la disciplina. Jorge podía debatir, conversar, convencer y, cuando el enemigo no admitía la disciplina, Jorge imponía la autoridad de la hombría.

Jorge y yo nos hicimos amigos en 1951, cuando apenas teníamos cinco años de edad. Yo me fui a Estados Unidos y nos separamos. Cuando regresé estuvimos en grupos diferentes en el Williams. Cuando salí de secundaria nuestros caminos se volvieron a cruzar en 1959. Desde entonces hasta ahora, nunca nos volvimos a separar. Nos peleamos, nos apoyamos, nos divertimos, y compartimos una vida personal, amistosa y familiar. Con su Padre, Madre, Hermanos, Esposa, sobrinos, sobrinas, su hijo Jorge, y sus (y ahora mis) nietos...

Probablemente no haya nadie en la familia Solís Cámara que no sea Solís Cámara que sea tan Solís Cámara como un servidor. La mayoría de los Solís Cámaras probablemente tenga buenas memorias, aunque probablemente algunos no. Lo que les puedo decir a todos es que: “Queridos sobrinos, los entrenamientos a los que Jorge y yo los sometíamos, eran porque pensábamos servían para fortalecerlos y darles confianza.” Dichos entrenamientos los he empleado con mis hijos e hijas e inclusive ahora con mis nietos. Pero acepto que algunos de ustedes no van a perdonar a Jorge ni a un servidor por nuestras lecciones… ya algunos de ustedes me lo han dicho y probablemente tengan razón. Los tiempos cambian… lo que entonces hicimos fue de acuerdo a nuestros tiempos y buen parecer… ¡Tiempos diferentes, corazones parecidos!

Por este conducto envío mi más sincero pésame a toda la querida familia de Jorge, en especial a mi hermana Angelina, mi amado sobrino Jorge, sus hermanos y hermanas, a todos sus sobrinos, amigos, Willis, desde Cocol hasta mi hermano y Rudy. El pésame no solamente es para su familia y amigos, es para todos nosotros, porque ahora somos menos, porque ahora hay una estrella menos brillando en nuestro firmamento.

Mi querido Jorge, no quiero que éste sea un adiós triste sino un brindis a la vida, a tu vida. Enriqueciste la nuestra con tu afecto, risas, lealtad y valentía. A pesar de que estudiaste una carrera diferente y que por varios años no te vi, el saber que allí estabas marcaba la diferencia. Es cierto, te nos has adelantado, pero conservamos tan gratos recuerdos tuyos que seguirás viviendo en nuestra memoria.

Adiós mi querido George, a donde quiera que te hayas ido te ruego que nos guardes un lugarcito. Algún día te pediremos que no recibas con cariño y amistad en donde ahora es tu lugar.

Tu siempre “As en la manga”,

Flopis

Los Willis

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