Quizá el detalle más significativo de esta reunión, fue el hecho que sin que hubiese una preparación previa y mucho menos la petición de alguien, Munir nos declamó El Sayón haciéndolo de una manera magistral y emocionándonos con su manera de hacerlo (me recordó al Maestro Saucedo pero con un estilo muy propio); gracias Munir por ese bello gesto.
Marco Antonio, fiel a su costumbre, contando chistes no viejos, sino antiquísimos demostrando que no ha querido actualizarse y lo que lo salva es que se olvida que ya nos los había contado y que los cuenta con una gran seriedad, lo que hace que nos riamos y admiremos su forma circunspecta de tratarnos y sobre todo su agradable estilo.
El buen Francisco Popi o como lo rebautizó Marco Antonio “Poipis”, contra su costumbre, ahora muy platicador y no de temas científicos si no participando en la amena plática. Flopis, tuvo la decencia de disculparse por no asistir a esta desde la comida de aniversario en virtud de que, toma sus vacaciones anuales en Acapulco en estas fechas pero, los demás ni siquiera pudieron perder cinco minutos en prender su ordenador (o computadora para que me entiendan los nacos), entrar a internet y poner un mensaje de disculpa; estando en el restaurante, le hablé a Chucho Sorpresas y me dijo “se me olvido que hoy había reunión”, de los demás ya ni comentamos.
Tuve que retirarme a las 18:00 cuando la plática estaba fecunda y alegre. A manera de disculpa, les comento que, por problemas en la columna (no esta, la del buen escribano, sino la que baja de la nuca hasta arriba de las pompis), no puedo estar mucho tiempo sentado y como empezaba a enfriar la tarde, se iba a incrementar el dolor de espalda, razón por la cual mi salida fue tan temprana.
Anexo a esta crónica las fotos a fin de tener el antecedente del evento, aprovecho para enviar a todos ustedes mis mejores deseos para estas fiestas de fin de año, esperando como dijo Munir que haya salud que es lo más importante y como agrego yo que haya mucha unión familiar ya que con salud y amor a la familia, tenemos el camino abierto para ser felices.
Muchas felicidades y por favor háganlo extensivo a sus seres queridos; nos vemos el próximo año, martes 6 de enero de 2015, en el lugar de siempre y no vayan a poner pretextos de que ando en Acapulco o tuve que estar con mis nietos.
