Williamescos

Sitio de los Williamescos: Compañeros de Generación de los años 50 del Colegio Williams en la Ciudad de México. La base de este grupo de muchachos de la tercera juventud es quienes cursamos el 1ro de primaria en 1951 y salimos en 3ro de secundaria de 1959. Desde entonces nos hemos venido reuniendo regularmente sin faltar un solo año. Este sitio es para tratar los temas de la amistad, las raíces compartidas, y el afecto por la escuela que ayudó a forjarnos.

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jueves, 13 de febrero de 2014

Crónica de la comida del primer martes de febrero 2014

Nos reunimos nueve Willis a dizque compartir el pan y la sal en la Fonda Mexicana de San Jerónimo, lo cual no pudimos hacer porque la sal había sido retirada de las mesas por motivos de salud, y el pan que sirvieron no duró más de un minuto dadas las poderosas fauces de Aba y Popi.

El último en llegar, como de costumbre, fue Munir. Causó sorpresa que no haya llegado nuestro “Sorpresitas” Chucho Pontones quien generalmente llega después de las cinco a compartir una copa de vino con nosotros. Otro que juró en venir, o de lo contrario se cortaba las venas con pan Bimbo, fue el Chucho Pelucho quién le informó al Flopis de que el tráfico estaba insoportable.

En esta ocasión volvimos a comer en la parte de afuera del comedor principal, porque el salón que generalmente nos reservan se lo volvieron asignar a otro grupo... ¡ya van tres!

Hablamos de todo un poco pero dos temas en particular sobresalieron: las matemáticas y el vino.

Abelardo, lleno de inspiración, mientras cuchareaba y sorbía ruidosamente su hirviente sopa, decía que a pesar de que no le gustaban las matemáticas, las enseñaban tan bien en el Williams que las aprendió. "Fíjate," le decía a Flopis viéndolo directamente a los ojos mientras le robaba una de sus tortillas, “Cuatro de cada tres que fuimos al Williams somos buenos en matemáticas." Sólo se rieron los Gutierritos… ¿ya la captastes?

Mangel añadió que las matemáticas son tan importantes que ya la convirtieron en materia obligatoria en el ejército. "Si," dijo Nacho, "un sargento le preguntó al soldado ‘¿Cuánto es 7 × 3?’ Con voz fuerte y decidida respondió el soldado ‘¡73, mi sargento!’ El sargento comentó con una sonrisa, ‘así me gusta, pendejo pero enérgico.’”

En un momento cuando Nacho y Flopis empezaron a hablar entre ellos, el Aba se levantó y fue a sentarse junto a Munir. Nunca habíamos visto a Munir tan serio, circunspecto y calladito. Aguantó más de media hora escuchando la fascinante conversación de Aba. De repente se levantó y fue a buscar una plática con tiempos más equilibrados con Nacho y el Flopis. El Aba le gritó, “espérate un poco más que ya casi termino de explicarte.” A lo que Munir le contestó, “ya basta, ahora tengo que escuchar a otros, no solamente tengo oídos para ti.” Así es de que Aba se le quedó viendo fijamente a Willebaldo López Peña y le dijo, “¿y tú donde te habías metido?"

Aparentemente ya no hay variedad de vinos en la Fonda Mexicana. Cuando Flopis pidió la lista de vinos, el mesero le dijo que ya no tenían por lo que le trajo tres botellas en donde el vino más barato costaba cerca de $400. Así es que los tomadores de vino dijeron “gracias pero no gracias”.

Comer sin vino es una amarga experiencia para Marco Antonio, Carlos Castellanos, Roberto López, Miguel Angel y Luis Gutiérrez por lo que con lágrimas en los ojos citaron algunas frases sobre el vino. La primera, “el vino mejora con la edad y la edad mejora con el vino.” La segunda, “el vino es la respuesta a todas las preguntas, pero después de beberlo todas las preguntas valen madre.” Y la tercera, “el vino es la parte espiritual de la comida mientras que la comida es tan sólo un pinche complemento material.”

Lord Charles explicó que él era muy conservador, a lo que el Flopis le dijo que eso venía con los años. “Es cierto”, dijo Carlos, “siempre estoy abierto a nuevas ideas, a condición de que sean las mismas que antes.”

A pesar de que (1) nos hicieron el feo al no respetar nuestro salón reservado y sacarnos nuevamente a la terraza, (2) no hay sal y el pan desaparece ante las muelas inclementes y mandíbulas batientes de Aba y Popi, y (3) ya no hay buen vino a buen precio, nuestra reunión fue grandiosa al brindarnos otra oportunidad para seguir haciendo vida. En efecto, la vida no es la que hemos vivido, sino la que recordamos y compartimos. Nuestra reuniones mensuales nos permiten gozar una vez más la buena amistad y la camaradería que hay entre gente que gusta de las mismas cosas.”

¡Un abrazo a todos!


Los Willis

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