Frecuentaron los abrazos, brindis y buenos deseos para Navidad y Año Nuevo no solamente para los que estuvimos ahí sino para todos, incluyendo 1) a los regulares ausentes en esa ocasión, b) a los que regularmente no asisten y c) a los que dejaron de asistir porque se molestaron ante un agravio real o supuesto.
En esta ocasión comimos en la parte de afuera del comedor principal, porque el salón que generalmente nos asignan estaba rentado a otro grupo. Comentamos que probablemente tengamos que buscar otro restaurante porque ya no nos están tratando con el mismo afecto y atención al servicio que cuando estaba el restaurante a cargo de Jaume, otro egresado del Colegio Williams.
Mencionamos que el cubano administrador del restaurante que estaba en la Avenida Revolución, antes de llegar a Barranca del Muerto, nos estaba invitando a que regresáramos. Empero, nadie podía acordarse del nombre del restaurante.
Marco Antonio Sordo, talentoso creador de frases célebres, dijo que “los ricos sufrían en su vejez de Alzheimer, mientras que los pobres sufrían de Demencia Senil.”
Finalmente el Flopis exclamó eufórico "se llama el Bon Vivant".
Munir Chalela, el más tranquilo y pacífico del grupo, dijo "¡Si vuelven a ir a ese pinche restaurante no solamente les dejó de hablar, sino también les rompo la madre!"
Mangel y Aba se la pasaron recordando a las maestras y maestros de inglés, recitando poemas en la lengua de Shakespeare.
Se mencionó que en la comida anual, cada uno de los asistentes quedó de enviar al Flopis un párrafo para la reseña, pero como de costumbre, solamente tres cumplidores comensales le enviaron sus contribuciones. Munír se le acercó al oído al Flopis y le preguntó “¿QUÉ FUE LO QUE ME PEDISTE QUE TE ENVIARA?
El Flopis expresando en el rostro una mueca de dolor extrema y sobándose el oído le contestó, “Creo que fue una poesía que nos conmovió a todos.” Munir, quien tiene una magnífica memoria para las poesías que mencionan el pasado glorioso de los árabes en España, simplemente no se podía acordar. Así es que le preguntaba al Flopis fue ésta y recitaba por cinco minutos haciendo gala de esa memoria de abogado y amante de las letras. Flopis y Mangel le decían no, esa no fue, así es que ni lento ni perezoso Munír se lanzaba a recitar otra poesía. Finalmente ya cuando empezaba a roncar Habichuela le paró a sus interesantes declamaciones.
García Téllez fue el primero en retirarse argumentando que tenía que poner el árbol de Navidad y que si no llegaba a tiempo lo iban a colgar de las bolitas.
Felicidades a todos ustedes, propios y extraños, que la pasen de maravilla en estas fiestas de fin de año llenos de salud en compañía de sus seres queridos, esperando que el 2014 sea mejor que el corriente pero no tan bueno como el 2015.
¡Un abrazo a todos!
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