Williamescos

Sitio de los Williamescos: Compañeros de Generación de los años 50 del Colegio Williams en la Ciudad de México. La base de este grupo de muchachos de la tercera juventud es quienes cursamos el 1ro de primaria en 1951 y salimos en 3ro de secundaria de 1959. Desde entonces nos hemos venido reuniendo regularmente sin faltar un solo año. Este sitio es para tratar los temas de la amistad, las raíces compartidas, y el afecto por la escuela que ayudó a forjarnos.

Busca aquí

miércoles, 3 de diciembre de 2008

Comida del 2 de diciembre 2008

Crónica a la comida del martes 2 de diciembre de 2008

La reunión como de costumbre salió a todo dar (no tanto como la reunión anual en casa de Luis), pero muy bien. Estuvimos contentos y platicando amenamente, y como de costumbre recordando pendejada y media.

Asistieron: Jorge Dillman Arroyo, Gustavo Castillo de la Torre, los hermanos Francisco y Luis Gutierrez Poucel, Rodolfo Vega Pasalagüa, Abelardo Castañeda Velasco, Roberto Rodríguez Rodríguez, Fernando Hidalgo y Terán Serralde, Miguel Ángel Barrientos Alducín, Munir Chalela Solano, Ignacio García Téllez, los hermanos Salvador y Alberto Robles Uribe, Rafael González Osés, Marco Antonio Sordo Soldevila y su servidor, amigo y fan de todos ustedes José Luis Vega Alarid. Dieciséis Willis compartimos el pan y la sal de la mesa.

Chalela y Sordo hicieron gala de su profesionalismo en los albures: Que profundidad y sapiencia. No se para que carajos sirva saber tantos y tan variados albures, pero eso si nos impresionaron. Mi queridísimo Popi nos cagó a todos con su tradicional y original filosofía que le fluye por los poros. Tengo que destacar una traición que se presentó, que aun cuando no me gustaría comentarla, como todo se llega a saber en el grupo, aquí les va. Se trata de nuestro gran amigo Gustavo quien le dio una puñalada trapera a mi Tocayo Rodolfo, a quien ignoró durante toda la comida. Ellos que siempre andan juntos, que comparten el mismo plato y la misma cama, y ¡saz!, que Mogli lo deja entre Popi y yo. A pesar de la indiferencia hacia mi Tocayo Rudy, éste se mantuvo sereno y estoico. Como es un verdadero caballero, Rudy jamás salió del closet y le hizo el menor reproche. No obstante, en su voz se le notaba un sentimiento de rabia e impotencia (Tocayo, así suceden las cosas muchas veces y no debes preocuparte por el abandono del Mosco; un consejito, que no se te olvide usar desodorante para la próxima reunión). Otra de las cosas raras que sucedieron, fue que el buen Luis Emiliano ¡no habló!. Se la pasó callado y se extrañaron sus ocurrencias y amenidades que siempre tiene a flor de boca. En cambio, el que sí habló pero, no se le entendía ni madres, porque habla como sacerdote de pueblo mal alimentado fue Rafael (El Fay). Pasó un cuaderno y nos pidió que cada uno de nosotros asentáramos nuestros particulares y que le enviáramos una foto ovalo tamaño pasaporte. Flopys le dijo que le íbamos a escribir lo que quisiera, pero que nadie de los Willis le iba a mandar sus fotos. “Fay -le dijo el Flopys- si quieres fotos de cada uno de nosotros, sácalas aquí mismo.” Así es que le pidió su cámara a Luis y empezó a fotografiarnos. Abajo las pueden ver con el inconfundible dedo de Fay en el ángulo inferior derecho de las foto individuales. Nos invitó a pasar un fin de semana a su casa de Valle de Bravo, puros hombres o sea una “pinche orgía de espadachines a toda madre”; cuando se entere el P. Lucho, hasta ganas de obrar le van a dar. Pues sí, Rafael trató de hablar de manera formal y seria, pero el cúbico cabrón de R³ no lo dejó decir ni pío. Y como Fay habla bajísimo y R³ lo interrumpía, finalmente se limitó a agradecer a Luis y a pedir un aplauso por la organización tan bien hecha de la comida anterior y sobre todo el haber prestado su residencia. Yo quise que cada uno dijera algo alusivo a la reunión anual y otra vez R³ salió con su creativa mamada de que en lugar de hablar me pusiera a cantar, solo atiné a decir ¡gracias Luis!.

Como comentario adicional y muy personal, quiero expresar la alegría que me causó ver a Alberto Robles Uribe, pués dejé de verlo en 1955 o sea hace la friolera de 53 años (si lo hubiera visto en la calle, jamás lo hubiera reconocido). Quizá en el momento de saludarlo no expresé ese sentimiento de júbilo pero, me dio muchísimo gusto verlo, saludarlo y sobre todo saber que está muy bien. Aprovecho este espacio para sugerir que, en lo personal me gustaría muchísimo que en alguna comida asistieran los hermanos de nuestros amigos y que estuvieron en el Williams como: Enrique Pontones, Rafael Hidalgo, Alberto Robles, Guillermo Flores y los que ustedes quieran; como digo ojalá y Chucho Pontones que siempre le ha echado ganas al asunto pudiera organizarlo.

También quiero agradecer la participación de Jorge Dillman que de momento ni él ni yo nos acordamos quiénes éramos. Sin embargo, al ver fotos y recordar nuestro paso por el Williams, fuimos recordando. Luis y Jorge se la pasaron remembrando sus anécdotas y amigos en común. Jorge le confesó que se había casado varias veces, “pero, por favor –le pedía a Flopys- no le vayas a decir a nadie que me casé cinco veces”. “Por supuesto que no", contestaba Flopys, quien inmediatamente subía el volumen y gritaba a todo pecho, “¡ASÍ ES QUE TE HAS CASADO CINCO VECES!”. Mi querido Jorge, espero que sea la primera pero no la última comida a la que asistes.

Me impresionaron en su forma de comer R³ y Popi. ¡Qué manera de hacerlo!. A R³ le sirvieron como tres kilos de romeritos y ni se inmutó, a Popi, doble guisado, y todavía ambos pidieron postre.

Yo me retiré alrededor de las 7 y todavía el convive iba para largo (por cierto Rudy e Hidalgo se fueron temprano; Hidalgo ofreció regresar pero no lo hizo). Luis se fue como a las 7:30 y Marco Antonio, Mangel, Jorge, Abelardo, Roberto y Popi se quedaron hasta las 10:30 hablando con el dueño del Vivant.

¡Gracias Marco Antonio por otra organización magnifica de la Comida del Vivant!

Los Willis

Archivo del blog

Quienes somos?