Chucho Pelucho le habló al Flopys a su celular, a quien Willebaldo arrebató y le dijo en tono amable, fino y educado: “Pinche Chucho, vete a chingar a tu madre”. Acto seguido le pasó el teléfono a Haddad quien lo saludó afectuosamente y se prometieron amor eterno. Memo se lo pasó a Hidalgo, y así hasta que dio toda la vuelta a la mesa regresando una vez mas al Flopys, con quien Chucho se quejó de la mala suerte de no haber podido asistir, pero que les enviaba a todos una muy cordial mentada de madre.
Aba trajo un recorte periodístico de su rescate en 1963 después de diez horas sin poder salir de la cueva “La Boca del Diablo”, en el Cerro de la Estrella en Ixtapalapa. Aba, Victor Manuel García Moreno y un amigo bajaron a la caverna, mientras que José Luis Vega Alarid de manera sensata optó por quedarse en la superficie -claro, Aba dijo que no fue por prudencia por la que no bajó, sino porque se le hizo agua la canoa. En fin, cuando José Luis escuchó los gritos de los exploradores, fue a avisar a las autoridades. La aventura ocurrió cuando los cuatro se estaban entrenando para ir a rescatar el tesoro de un naufragio cerca de la Isla de Cocos en Costa Rica. Claro, el Cerro de la Estrella frustró la planeada expedición de los intrépidos Williamensos.
Haciendo gala de su buena memoria, Chucho Pontones se puso a recordar quienes se sentaban donde en tercero de secundaria. De sesenta pupitres, le atinó a quince.
Salvador propuso que limpiáramos el Blog para hacerlo mas accesible a la familia, pues tenía muchas leperadas. “Me encanta y estoy muy orgulloso de nuestro blog” –decía Salvador– “pero no lo puedo compartir con mis hijas y familia por las palabrotas. ¿Porqué no lo limpiamos, y dejamos nuestra verborrea lírica para nuestros correos electrónicos?” José Luis Vega secundó la moción, pero cuando la propuesta se llevó a la mesa, la mayoría de los compañeros opinaron que lo dejáramos como estaba. Chucho Pontones expresó que el lenguaje del Blog representaba lo que somos y quienes somos. Willebaldo dijo que era parte del atractivo del Blog la naturalidad y franqueza de nuestro lenguaje.
Alguien preguntó que cuándo se celebraría la cena anual y se exhibiría la película Recuerdos del Williams. La mayoría estuvo de acuerdo que fuera el segundo viernes de noviembre. Felipe y Munir dijeron que les gustaban más las comidas que las cenas anuales, por ser más sencillas y auténticas. Willebaldo dijo que era más fácil asistir a una comida que a una cena, y que por eso muchos faltaban a la cena anual. De tal manera, se propuso que la reunión fuera comida, a lo que la mayoría dijo que sí. La pregunta entonces era donde se llevaría a cabo la reunión anual, un lugar apropiado para ver en una buena pantalla la película. Rudy Vega Pasalagua ofreció gentilmente la casa de Luis Gutiérrez, a lo que todo mundo apoyó mientras Flopys se encontraba haciendo una escala técnica en el baño.
Alguien propuso que la reunión anual fuera con esposas. El tema pasó a la discusión. El Mosco dijo: “No sabemos si las mujeres se van a llevar bien, o si se van a congeniar.” Munir y Felipe propusieron que individualmente los que quisieran juntarse con las esposas, que lo hicieran, pero que nuestras reuniones periódicas fueran exclusivamente de nosotros, a lo que la mayoría asintió.
Willebaldo y el Flopys empezaron a tomar fotos y José Rodríguez Iglesias quería, cada vez que le tomaban una, que le pagaran, pues –según él– era un modelo muy cotizado. A lo que el Mangel le dijo que si era un modelo, pero no tan cotizado, sino bastante deteriorado y que seguramente lo habían traído por caminos de terracería porque también estaba muy, pero muy averiado.
Los comensales se empezaron a retirar como a las siete de la noche. Gustavo Aguirre (generación 1952-60) presumió que era bohemio y tocaba líricamente el piano y la guitarra. Así es que Rudy, el Mosco y Popi lo acompañaron a un bar musical para iniciar una bohemiada. Marco Antonio, Felipe, Aba y Flopys fueron los últimos en abandonar el Vivant a las 10 de la noche.
¡Las cosas se dieron muy bien!
Aba no aparenta estar muy compungido después de su rescate.
Chucho Pontones recuerda donde se sentaban en el 3ro de Secundaria en 1959.
